WASHINGTON, EU.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró este martes que en el último tramo de su mandato presidencial seguirá luchando “para arreglar un sistema migratorio que está roto”, redoblará esfuerzos para “proteger a nuestros niños de la violencia de las armas” y para lograr “un aumento del salario mínimo”.
En su último informe sobre el Estado de la Unión, el presidente reveló así ante el Congreso su plan para el último año de su presidencia que, aseguró, deberá extender su horizonte de cambios para las próximas décadas:
“En mi discurso final a esta cámara, no quiero hablar sólo sobre el año que viene. Quiero centrarme en los próximos cinco años, 10 años, y más allá. Quiero centrarme en nuestro futuro”, dijo Obama al hacer un recuento de sus siete años de presidencia.
La referencia presidencial al tema migratorio ocurrió en momentos que más de 145 miembros de su propio Partido Demócrata repudiaron su decisión de lanzar redadas para la deportación de familias inmigrantes centroamericanas. Contra la expectativa de algunos demócratas, Obama no anunció ningún cambio en su política de deportaciones.
“Estados Unidos de América tiene, en este momento, la economía más resistente y fuerte del mundo. Estamos en el medio de la racha más larga de la creación de empleo del sector privado en la historia”, dijo Obama al evocar el cataclismo económico que heredó de Bush.
El presidente fijo una hoja de ruta para enfrentar los grandes retos que deberá sortear quien le suceda en el cargo a partir de 2017 y criticó a los aspirante republicanos a la presidencia. Dijo que la respuesta de EU ante las amenazas de Medio Oriente debe ser más que llamados a “bombardear civiles”. Obama dijo que eso funciona en televisión, pero no en el escenario mundial, en alusión a declaraciones de candidatos republicanos como Donald Trump y Ted Cruz.
El presidente dijo que su gobierno ha conseguido garantizar la seguridad nacional ante la amenaza terrorista y aseguró que el Estado Islámico “no amenaza la existencia nacional” de EU; sin embargo, pidió a los miembros del Congreso votar para autorizar el uso de la fuerza militar contra ese grupo terrorista.
Obama también reiteró su llamado al Congreso para anular el embargo a Cuba y cerrar la “cara e innecesaria” cárcel de Guantánamo.
Anunció además un nuevo impulso para luchar contra el cáncer mediante una inversión de recursos sin precedentes, adelantó.
Las reacciones en el Congreso al discurso de Obama subrayan la división política en Washington.
Los demócratas ovacionaron casi todas sus ideas, mientras los republicanos permanecieron en sus asientos, y algunos ni siquiera aplaudieron.
Algunos republicanos abuchearon cuando Obama dijo que “es palabrería política” decir que existe un declive en la economía de EU y sólo una decena de demócratas aplaudieron de pie cuando pidió la aprobación del Acuerdo Comercial Transpacífico.
El discurso del martes fue más corto que la mayoría de sus mensajes del Estado de la Unión, pero no más breve que el primero. Éste duró una hora. El primero que dio, en 2009, duró 51 minutos. El más largo, en 2010, se alargó a 69 minutos, según The American Presidency Project.