La Diócesis de Nuevo Laredo reportó una escasez de sacerdotes en las diferentes parroquias de la localidad, sin embargo, esta situación se agrava ante el deceso de algunos de ellos en los últimos meses y el hecho de no contar con jóvenes preparados en el seminario que puedan llevar a cabo la labor sacerdotal.
Monseñor Enrique Sánchez Martínez, comentó que a falta de personal se ha recurrido a la ayuda de los católicos y algunos sacerdotes que vienen de ciudades cercanas para dar el servicio adecuado a los feligreses.
“Para nuestra Diócesis son muchos los faltantes, de hecho el año pasado desde que se fue monseñor Gustavo al mes de diciembre, murieron cinco sacerdotes. Desde que yo llegué a la fecha han muerto dos, hasta el momento tenemos en la Diócesis 45 diocesanos y menos de 40 religiosos” expresó Sánchez Martínez.
Además destacó que sólo una persona, en los próximos meses se ordenará como diácono y en el Seminario no está programada hasta el momento alguna ordenación.
“Nuestra Diócesis nació con pocos sacerdotes, aunque poco a poco se van agregando hacen falta más” finalizó Sánchez Martínez.