BOSTON.- Acusado de usar un billete falso, Emory Ellis, un indigente de Boston, terminó en la cárcel luego de ir a desayunar a un Burger King.
Era una mañana de 2015, cuando Ellis fue a un restaurante de esta cadena no imaginó que sería condenado a más de tres meses en prisión.
Ellis demandó a la cadena de hamburguesas por casi un millón de dólares bajo el argumento de que fue discriminado por su apariencia.
Pues en febrero de 2016 la fiscalía desechó el caso de falsificación una vez que el Servicio Secreto comprobó la autenticidad del billete, entonces Ellis fue liberado.
“Alguien como yo habría recibido una disculpa, pero alguien como Emory de alguna manera terminó esposado por intentar pagar su desayuno con dinero auténtico”, dijo Justin Drechsler, su abogado, quien es blanco.
Un portavoz de Burger King Corp. dijo que la compañía no tolera la discriminación “de ningún tipo”, pero que no podía comentar detalles del caso. La empresa indicó que la franquicia es responsable de la capacitación de su personal y de atender los asuntos legales de su restaurante.
La demanda de Ellis, que fue reportada primero por el servicio digital de noticias Law360, fue presentada esta semana ante la Corte Superior del condado de Suffolk. En la denuncia, Ellis pide una compensación por 950 mil dólares.
Este caso de discriminación es similar al que ocurrió el pasado abril en Starbucks cuando se discriminó a dos afroamericanos en Filadelfia, por no ordenar nada.
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