“Política carroñera a la alza”

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En una ocasión Winston Churchill dijo que el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. Hoy toda contienda política únicamente brilla por la vergonzosa guerra verbal entre candidatos de los partidos opositores que con el único afán de salir victoriosos manchan nombres, familia e ideales políticos.

No nos vallamos muy lejos, una de las contiendas intestinas que más han escandalizado al mundo es esa en la que el partido demócrata y republicano en la Unión Americana ha sacado lo mejor y lo peor de sí con tal de obtener el máximo galardón en las próximas elecciones de noviembre. Por una parte, una mujer con aparente cara de bondad y experiencia política y por el otro un pedante de lengua sin freno cuyo ultraje ha sido una y otra vez en contra de todo aquel que no sea estadounidense. Pero eso no sólo pasa allá, lo hemos visto aquí y en otras partes del mundo.

En México una multitud de partidos políticos se ha enfrascado en una guerra sucia de verdades y mentiras en la que los más perjudicados siempre son unos ciudadanos salpicados por esas nefastas actitudes de poder cuyo fin siempre es el terminar siendo gobernados por una ineptitud gubernativa que los sigue manteniendo en la pobreza. Hoy México se encuentra como una jirafa muerta en la sabana africana. Los leones ya le han quitado lo mejor pero los animales carroñeros terrestres y aéreos siguen posándose en ella para sacarle lo poco que le resta… lo más extraordinario de todo es que a más de doscientos años de su independencia y siglos y siglos de la conquista española el país, cuan largo como ese animal de la sabana, sigue dándole más y más a los depredadores sin que puedan acabárselo.

Nelson Mandela dijoque un líder es como un pastor que permanece detrás del rebaño y permite que los más agiles vayan por delante, tras los cuales, los demás los siguen sin darse cuenta de que en todo momento están siendo dirigidos desde detrás. Un país no puede ser gobernado por la bestialidad y la sinrazón de unos cuantos hombres, y es que ser líder religioso, así como de un país, una empresa o un hogar es mucho más que alzar la voz y pisotear al más débil. Ya lo dijo el Papa Francisco hace unos meses en la sala del consistorio del Vaticano donde recibió en audiencia a los directivos, docentes y estudiantes de la Pontifica Academia Eclesiástica, donde se forman los embajadores de Roma: “Vosotros no sois casta superior, ni altos funcionarios de un Estado que gusta de los ambientes mundanos, que no se dejan colonizar por los pensamientos en turno o por lo ilusorio de lo políticamente correcto”… del mismo modo les aclaró que el papado y sus representantes no pueden ni deben dejarse presionar por causas externas de ninguna índole y mucho menos ser rehenes de lo que llamó “Contable división de las canonjías ” o “Contentarse con la partición entre cónsules”… en poca palabras les dijo que no pueden ir por aquí y por allá codeándose con aquellos personajes que lo único que hacen es echar a perder al mundo con sus vanidades. Que ya no es tiempo de ir como abeja tras la miel codiciándole el dinero a los poderosos mientras que las verdaderas ovejas  mueren cada día y por miles en una pobreza espiritual en los campos secos de un mundo donde las artimañas de lo oscuro los aporrean y los persiguen. Sin entrar muy a fondo en el asunto simplemente les dijo que se olvidaran de andar creyéndose estirpe superior y que optaran por buscar la sabiduría, la caridad y la humildad siguiendo el claro ejemplo del Maestro.

Justamente ahora que tocamos el tema de la engreimiento, por estos días ha saltado a la mala fama Luis Fernando Salazar, exdelegado de SEDESOL federal en Coahuila y ex coordinador de la campaña de Guillermo Anaya, del Partido Acción Nacional que, por vía telefónica, hablaba de un modo lo bastante jactancioso de su poder y de cómo todos aquellos que no estaban a su altura económica eran simplemente unos “Muertos de hambre”… ¿qué tipo de líderes poseerá un partido político en cuyas filas militan hombres tan perversos que lo único que buscan es el proveerse de riquezas? ¿Dónde quedan entonces las necesidades apremiantes y básicas de sus gobernados?

Es notable que tanto la población mexicana como los líderes que manejan el Vaticano ya no pueden más con una situación tal en la que la arrogancia y la prepotencia lo gobiernan todo. El país es gobernado sin pasión y en las parroquias se amonesta sin el espíritu. Sus modos despóticos se basan en ordenar, báculo en mano, cual cacique de haciendas henequeneras que lejos de dar apoyo moral, se enfrascan en una retahíla de acusaciones que lejos de apacentarlos los condenan a lo más hondo de lo hondo del infierno a sabiendas que tal cosa no existe.

Muchos de esos mandamases de la iglesia que usan su investidura para abusar psicológicamente de muchas de sus ovejas, cosa que ya le ha hecho arder el sentimiento a la mano derecha de Dios en Roma. Y es que a lo largo de las edades y desde el momento en que el hombre se ha dejado abofetear por supuestos líderes políticos y moralistas que se han afanado por dirigir las conciencias de sus prójimos, nunca ha faltado quien con su voz de mando y amparándose supuestamente con un ficticio manto de autoridad, han hecho y de hecho a muchos feligreses que lo único que buscaban era un poco de solaz.

En los ochentas y noventas la fantasía superaba a la realidad con toda esa cosa cinematográfica llamada Hollywood y que con StarWar y Mad Max nos transportaba bajo advertencia amenazadora hacia un mundo que en breve tendríamos frente a nuestros ojos. En la década de John Lennon pensar que existiría un Calentamiento global era una locura y que en los noventas caería la URSS mucho peor. Ahora, en pleno 2016 la realidad supera a la ficción cuando vemos misiles cayendo sobre poblaciones; personas desaparecidas por los cárteles de narcotráfico; mujeres secuestradas para ser llevadas a la prostitución a otros países y niños destazados cuyos órganos son vendidos en el mercado negro. A ojos vistos el corazón de los hombres se ha enfriado y lo único de lo que se vive es de ese anhelo que siempre quiso Friedrich Nietzsche inyectarle a sus seguidores mediante su presuntuosa obra y la creación del Súper hombre, ese que basado en el poder y en el orgullo se alza como súper poderoso sobre quien quiere por gusto propio estar bajo la planta de sus pies.

Hoy se vive una guerra, la batalla por apoderarse de un mundo cada vez más caliente, más ardiente y volcánico cuyo hartazgo de vanidad y orgullo acabara por hacerlo estallar y terminar formando parte de un cúmulo de rocas flotando entre Mercurio y Venus…Adieu.