CIUDAD DE MÉXICO.- Día de San Valentín o también conocido como el Día del Amor y la Amistad es una festividad que comenzó a celebrarse desde el siglo III en Roma tras la ejecución de un sacerdote acusado de casar a jóvenes enamorados sin el permiso del emperador Claudio II, quien creía que el matrimonio y la familia impedían que los soldados pudiesen dar el 100 por ciento dentro del campo de batalla.
Después del decreto de Claudio II de impedir a los jóvenes casarse, Valentín no quiso hacer caso y el sacerdote comenzó a enlazar los corazones de quienes le solicitaban el favor. Al ser descubierto, el mandamás de Roma decidió acusarlo por rebeldía y desobediencia a la corte, de tal forma que no hubo más remedio que pasar por una ejecución.
Tras la muerte de Valentín durante un 14 de febrero, las personas poco a poco comenzaron a utilizar esta fecha para declararse o incluso casarse con sus enamorados. Hasta el año de 1840, Esther A Howland, hija de un dueño de una librería, empezó a vender algunas tarjetas de regalo con frases de amor y luego de popularizarse dentro de los Estados Unidos, la moda de dar mensajes con frases en referencia a San Valentín o el Día del Amor y la Amistad perduró hasta nuestros días.
10 poemas cortos para dedicar el día del amor y la amistad
“Todos los que amo
están en ti
y tú
en todo lo que amo”.
Autor: Claribel Alegría
Amor
“En tus ojos nazco, -tus ojos me crean,
vivo yo en tus ojos -el sol de mi esfera,
en tus ojos muero, -mi casa y vereda,
tus ojos mi tumba, -tus ojos mi tierra”.
Autor: Miguel de Unamuno
Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan
“Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante”.
Autor: Alejandra Pizarnik
Quien alumbra
“Como si cada beso
Fuera de despedida,
Cloé mía, besémonos, amando.
Tal vez ya nos toque
En el hombro la mano que llama
A la barca que no viene sino vacía;
Y que en el mismo haz
Ata lo que fuimos mutuamente
Y la ajena suma universal de la vida.
Autor: Fernando Pessoa
Como si cada beso
“Amor,
en este poema
no existe el tiempo:
Todo el curso del Universo
se da en él a la vez”.
Autor: Juan Brossa
Amor
“¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están donde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿Qué es, si no eres tú?”
Autor: Luis Cernuda
Contigo
“Cuando el mar se seque
y el sol deje de brillar,
ese será el día
en que yo te deje de amar”.
Autor: Anónimo
“Tus ojos son luceros
Tus ojos son luceros,
tus labios, de terciopelo,
y un amor como el que siento,
es imposible esconderlo”.
Autor: Anónimo
“En un mundo donde tú existes,
dónde reina la paz de tus caricias,
con la ley de tus besos,
y la obediencia de tus ojos,
en el que tus labios me mandan,
tu alma me enamora,
y tú me fascinas.
En este mundo, yo te amo”.
Autor: Anónimo
Ella camina en la belleza
“Ella camina en la belleza, como la noche.
De climas sin nubes y cielos estrellados;
Y todo lo mejor de la oscuridad y la luz
se encuentran en su aspecto y en sus ojos;
Así suavizada a esa tierna luz
Que el cielo niega al día chillón”.
Autor: Lord Byron
5 poemas para imprimir y mandar como carta
Amor Eterno
“Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la Tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor”.
Autor: Gustavo Adolfo Bécquer
Madrigal
“Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes yo me perdería.
Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría”.
Autor: Amado Nervo
Amo, amas
“Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!”
Autor: Rubén Dario
Arde en tus ojos
“Arde en tus ojos un misterio, virgen
esquiva y compañera.
No sé si es odio o es amor la lumbre
inagotable de tu aljaba negra.
Conmigo irás mientras proyecte sombra
mi cuerpo y quede a mi sandalia arena.
-¿Eres la sed o el agua en mi camino?-
Dime, virgen esquiva y compañera”.
Autor: Antonio Machado
Me tienes y soy tuya
“Me tienes y soy tuya. Tan cerca uno del otro
como la carne de los huesos.
Tan cerca uno del otro
y, a menudo, ¡tan lejos!…
Tú me dices a veces que me encuentras cerrada,
como de piedra dura, como envuelta en secretos,
impasible, remota… Y tú quisieras tuya
la llave del misterio…
Si no la tiene nadie… No hay llave. Ni yo misma,
¡ni yo misma la tengo!”
Autor: Ángela Figuera Aymerich
Poemas para confesar tu amor a la persona que te gusta
Bienvenida (Fragmento)
“No olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas”.
Autor: Mario Benedetti
Te amo por ceja (Fragmento)
“Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de
cicatriz, voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío”.
Autor: Julio Cortázar
Esclava Mía
“Esclava mía, témeme. Ámame. Esclava mía!
Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,
y en él despunta mi alma como una estrella fría.
Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.
Junto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos.
Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.
El eco de la voz más allá del silencio.
Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas”.
Autor: Pablo Neruda