CHINA.- Un hombre en Wenzhou, Zhejiang (China), atacó a su hijo lanzándole una granada de fruta durante una sesión de tutoría, lo que resultó en la ruptura del bazo del menor. El incidente, reportado por el South China Morning Post, provocó un intenso debate en China sobre la paciencia parental.
El hombre, identificado como Chen, había asumido la responsabilidad de ayudar a su hijo, Liangliang, un estudiante de tercer grado, con su tarea mientras su esposa trabajaba horas extras. La situación se descontroló cuando Liangliang no pudo resolver un problema de matemáticas, lo que llevó a Chen a perder la calma y arrojar una granada al niño, golpeándolo en el estómago.
Aunque inicialmente parecía que Liangliang no había sufrido daños graves, al día siguiente comenzó a quejarse de dolor abdominal. Fue llevado al hospital, donde los médicos diagnosticaron una rotura del bazo, una lesión que puede ser potencialmente mortal y podría requerir la extirpación del órgano.
Este incidente ha generado una fuerte reacción en las redes sociales chinas, con numerosos comentarios criticando la falta de paciencia en la crianza de los hijos.
Un usuario de Weibo expresó: “¡Este padre ha arruinado la vida de su hijo! La extirpación del bazo es un daño irreversible. Si yo fuera este niño, nunca lo perdonaría”. Otros usuarios recordaron sus propias experiencias traumáticas con padres impacientes, mientras que algunos cuestionaron por qué los padres deben ser responsables de las tareas escolares de sus hijos en lugar de las escuelas.
En China, causar lesiones graves por negligencia puede ser castigado con hasta tres años de prisión. No obstante, si la víctima o su familia no denuncian el incidente, es probable que el caso no sea investigado.
He Bo, abogado del bufete Sichuan Hongqi, enfatizó: “Para situaciones que puedan identificarse como violencia doméstica o actos delictivos, las organizaciones o individuos pertinentes también tienen la responsabilidad de denunciar, incluso si la víctima o la familia no lo hacen activamente”.
La presión para que los padres ayuden a sus hijos con las tareas es común en China. Según una encuesta de 2020, los padres de estudiantes de primer nivel de primaria dedicaron un promedio de 7,19 horas a la semana a ayudar con las tareas, lo que a menudo genera situaciones emocionalmente cargadas.
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