La Policía de Malawi ha anunciado este martes el arresto de un hombre con VIH, Eric Aniva, que se ganaba la vida iniciando sexualmente a las adolescentes de áreas rurales, como parte de rituales organizados por los padres.

Aniva es una de las “hienas” más conocidas del país.

El apodo de hiena hace referencia a aquellos hombres encargados de llevar a cabo rituales de “limpieza sexual”. Normalmente tienen relaciones con mujeres viudas o que han sufrido un aborto. Pero en el caso del detenido, que fue entrevistado unos días antes de su arresto por la BBC, su principal fuente de ingresos era tener sexo con chicas a las que les venía la regla por primera vez. Según explicaba el reportaje de la BBC, estas adolescentes debían tener relaciones sexuales con la “hiena” durante tres días, por una cuestión ritual.

Se supone que esta práctica protege a las menores de enfermedades y otros males que puedan dañar a su pueblo, y además las enseña a ser buenas esposas “Tienen 12 o 13 años, pero yo las prefiero mayores”, afirmaba él en el medio. Pero lo que no decía Aniva a las familias de las niñas es que está infectado por el VIH , y mantenía con ellas sexo sin protección.

El presidente de Malawi, Peter Mutharika, ordenó este lunes el arresto de la hiena. “Fue detenido después de haber sido llamado a mi oficina”, anunció un oficial de policía local. En Malawi, que tiene una de las tasas más altas de infección por VIH en el mundo, las relaciones sexuales con niños menores de 16 años son ilegales. Ahora Eric Aniva puede enfrentarse a cadena perpetua.

A sus 40 años, casado con dos mujeres, afirmaba que la costumbre le prohibía el uso de preservativos. El presidente ha ordenado una investigación sobre él “por exponer a las niñas al VIH, y para que sea procesado en consecuencia”. También exigió la responsabilidad de los padres, argumentando que “las prácticas culturales tradicionales y perjudiciales no pueden ser aceptadas”.

Una de las niñas víctimas de Eric dijo a la BBC que “no pudo evitar” esta iniciación sexual. “Tenía que pasar por ella por mis padres. Si me hubiera negado, los miembros de mi familia podrían enfermarse e incluso morir, yo estaba asustada,” confesó.