RUANDA.- El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó la respuesta de las autoridades de Ruanda para detener el contagio de Covid-19 en el país africano.
En un mensaje en Twitter, el director de la OMS dijo que las pruebas de Covid-19, el rastreo de contactos y el amplio uso de medidas de salud pública fueron fundamentales en la lucha contra el nuevo coronavirus en ese país.
“Bien hecho mi hermano Paul Kagame, presidente de Ruanda, y gente de ese país”, escribió.
En un video, el ministro de Salud de Ruanda, Daniel Ngamije, recordó que el primer caso de Covid-19 en el país se registró el 14 de marzo.
Agregó que desde el principio, hubo cuarentena y se cerraron las fronteras de Ruanda con los países vecinos.
El director general del Centro Biomedical de Ruanda, Sabin Nsanzimana, dijo que hace un año tuvieron un brote de ébola en la región, lo que en cierto sentido los ayudó indirectamente a preparar una respuesta contra el Covid-19.
“Cuando eso pasó, tuvimos que desplegar nuestros equipos que estaban ya listos”, señaló el doctor.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, dijo que era responsabilidad de todos que el virus no se extendiera por el país: quedarse en casa, mantener una sana distancia, lavarse las manos constantemente, así como contactar a las autoridades si se experimenta algunos de los síntomas del Covid-19.
El ministro de Salud de Ruanda, Daniel Ngamije, destacó que utilizan drones para el rastreo de contactos y así poner en cuarentena rápidamente a quien resulte infectado.
Sabin Nsanzimana señaló que usan robots para ayudar a los médicos a tener contacto con los pacientes con Covid-19.
Los robots se comunican con los pacientes que están en cuarentena.
Resaltaron que en cuanto apareció el primer caso de Covid-19 se reforzó la capacidad para aplicar pruebas entre la población y el sistema de salud.
“Ruanda respondió rápidamente al Covid-19 gracias al liderazgo de alto nivel, un enfoque multisectorial, sólidos sistemas de vigilancia de enfermedades dentro del país y en sus fronteras, el uso de la tecnología al servicio de la salud pública y la participación comunitaria”, señaló la OMS.
Covid-19 en África
Los casos y muertes por Covid-19 han aumentado en numerosos países africanos en las últimas semanas, informaron el pasado 15 de octubre los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC África), al advertir de que, si se baja la guardia, el continente sufrirá una segunda ola de la enfermedad.
Desde que se detectó el primer contagio continental, el pasado 14 de febrero en Egipto, la región acumula algo más de 1.6 millones de casos (el 4.2 % del total mundial), 39 mil muertes (3.6 % del total mundial) y 1.3 millones de curaciones, según los últimos datos divulgados hoy por CDC África, organismo de la Unión Africana (UA).
Cinco países suman el 69 % de los contagios reportados en el continente: Sudáfrica (696 mil 414, 43 %), que continúan siendo el epicentro africano de la pandemia; Marruecos (160 mil 333, 10 %), Egipto (104.915, 7 %), Etiopía (86 mil 430.5 %) y Nigeria (60 mil 834.4 %).
Tras alcanzar el punto máximo el pasado julio, la pandemia remitió después pero se ha vuelto a recrudecer en las últimas cuatro semanas, cuando se registró un aumento medio del 7 % de nuevos contagios, señaló el director de CDC África, John Nkengasong.
Una segunda ola tendría también un desolador impacto económico en África, donde el crecimiento de contagios corre paralelo a la suavización de las medidas de confinamiento en muchos países cuya economías se han hundido por la crisis sanitaria global.
Nueva Zelanda, otro ejemplo de éxito
En Nueva Zelanda (5 millones de habitantes) se registraron 25 decesos por coronavirus y la estrategia de su gobierno fue alabada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Todo parece indicar que la primera oleada de coronavirus fue completamente atajada a finales de mayo, gracias a un confinamiento nacional. Tras ello, el país registró 102 días sin detectar ningún contagio local.
Sin embargo, en agosto se descubrió un nuevo foco epidémico en la ciudad más grande del país, lo que llevó a las autoridades a ordenar un nuevo confinamiento en Auckland (1.5 millones de habitantes) que duró tres semanas, hasta principios de septiembre.
Un nuevo caso de Covid-19 fue detectado el pasado 18 de octubre, un día después de la elecciones en Nueva Zelanda.
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