No solo eres tú, la gente ya toma sus vacaciones en casa… para ‘recuperar el sueño’

0
16

ESTADOS UNIDOS.- No es una profecía del filósofo Byung-Chul Han con su libro ‘La Sociedad del Cansancio’… pero cada vez más personas utilizan sus días de descanso remunerado para dormir en casa, en lugar de salir de viaje. Un informe reciente basado en una encuesta de Amerisleep a más de mil 200 trabajadores en Estados Unidos reveló que el 37% de ellos usó días de vacaciones el año pasado exclusivamente para descansar.

En otras palabras, más de un tercio de los empleados optó por tomar tiempo libre simplemente para dormir, no para vacacionar. Este hallazgo subraya el creciente impacto del agotamiento laboral y las presiones financieras en la forma en que los estadounidenses aprovechan su tiempo libre.

Las cifras muestran diferencias generacionales notables. La tendencia a “vacacionar durmiendo” es especialmente marcada entre los jóvenes: un 43% de los millennials admitió usar sus días libres solo para recuperarse del cansancio, seguidos por el 34% de la Generación X y el 33% de la Generación Z. En contraste, solo un 20% de los baby boomers hicieron lo mismo.  Esto sugiere que las generaciones más recientes, a menudo en etapas de vida con hijos pequeños, múltiples trabajos o cargas financieras considerables, se sienten especialmente fatigadas.

“La gente suele anhelar ese equilibrio trabajo-vida personal inalcanzable, por lo que muchos estadounidenses usan sus días libres solo para recuperar el descanso”, dijo a la revista Newsweek Kevin Thompson, director ejecutivo de 9i Capital Group. “Con las exigencias de los hijos, la familia extensa y las actividades sociales diarias, es lógico que muchos busquen un respiro para recargar energías donde sea posible”.

Los datos también revelan brechas según nivel de ingresos. Los trabajadores de mayores salarios tuvieron un 26% más de probabilidades de utilizar sus días libres para dormir que aquellos con ingresos menores a 100 mil dólares al año. En promedio, quienes se tomaron “vacaciones” para dormir destinaron de dos a tres días de descanso exclusivamente a recuperar horas de sueño. Incluso disponer de políticas laborales más flexibles, como PTO ilimitado (vacaciones pagadas sin límite fijo), no ha significado que los estadunidenses viajen más… de hecho, muchos siguen prefiriendo quedarse en casa.

Mientras los costos de vida y de viajar aumentan, y el “burnout” se generaliza, el resultado es que descansar se ha vuelto una prioridad absoluta.

¿Qué otros factores lo están causando?

Detrás de este cambio en el uso de las vacaciones confluyen razones económicas y de salud laboral. Por un lado, la inflación y los precios desbordados desincentivan las salidas turísticas.

Viajar es cada vez más costoso: por ejemplo, a mediados de 2023 se observó que menos trabajadores estadounidenses tomaron vacaciones de verano en comparación con el año anterior, posiblemente debido al encarecimiento del transporte y el alojamientobusinessinsider.combusinessinsider.com. Un boleto de avión de ida y vuelta de Estados Unidos a Europa promediaba mil 200 (en promedio, 22 mil pesos mexicanos) este año, un 37% más caro que antes de la pandemia.

 

Imagen intermedia

Según una encuesta de Bankrate, solo el 46% de los adultos estadunidenses planeó viajar en las vacaciones de verano de 2025, y de quienes no viajarían, 65% citó no poder costearlo como la principal razón. En resumen, muchas personas se quedan en casa porque la economía doméstica aprieta: el dinero apenas alcanza para las necesidades diarias, y un viaje representa un lujo inaccesible.

A la par, el agotamiento generalizado en la fuerza laboral está llevando a priorizar el descanso sobre la aventura. Rosie Osmun, coach certificada en ciencias del sueño de Amerisleep, comentó a Newsweek:

“El agotamiento está tan extendido que la gente está desperdiciando sus días de vacaciones en una recuperación básica en lugar de en nuevas experiencias. Este cambio demuestra que el descanso se ha convertido en una necesidad, no en un lujo”.

La cultura laboral estadunidense valora la productividad al extremo; numerosos empleados sienten culpa o temor de ausentarse mucho tiempo del trabajo. Thompson señala que muchos trabajadores viven “dos vidas, una profesional y otra personal” que a veces se mezclan de forma caótica, provocando desequilibrios.

“Muchos compaginan el trabajo con la vida personal, lo que puede generar un desequilibrio que puede llevar a que las personas abandonen la fuerza laboral por completo —como parece estar sucediendo actualmente— o a que la productividad disminuya en el trabajo”, advirtió.

En efecto, parte de la reciente “renuncia silenciosa” o incluso del fenómeno de trabajadores que dejan sus empleos podría estar vinculado a no encontrar un respiro adecuado.

Varios indicadores confirman que Estados Unidos sobresale por su falta de descanso vacacional. Según el informe Vacation Deprivation 2024 de Expedia, más de la mitad de los estadunidenses (53%) no planea usar todos sus días libres este año, a pesar de que reciben en promedio solo 12 días de vacaciones al año, la cifra más baja entre los países encuestados. De hecho, los estadunidenses lideran mundialmente la estadística de días de vacaciones no utilizados.

Cerca de un 32% de los trabajadores en Estados Unidos pasa un año o más sin tomar vacaciones, el doble que el promedio global (18%). Esta reticencia se alimenta en parte del miedo: muchas personas temen que ausentarse las hará ver poco comprometidas.Un sondeo del Pew Research Center halló que apenas 48% de los empleados estadunidenses usan todos sus días de descanso disponibles. Entre las razones citadas por quienes no se toman todo su tiempo libre están el temor a atrasarse en el trabajo, a sobrecargar a los colegas o a perjudicar sus perspectivas de ascenso.

“Los empleados estadunidenses han sido condicionados a creer que si no estás en el trabajo, eres un vago o arriesgas ser reemplazado”, explicó Christy Pruitt-Haynes, experta en capital humano, en Bloomberg. Esta mentalidad, sumada a cargas laborales crecientes, deriva en una fuerza laboral crónicamente cansada.

Alex Beene, instructor de educación financiera de la Universidad de Tennessee, lo resume así:

“Es una tendencia preocupante. Estados Unidos ha sido históricamente uno de los peores países en cuanto al uso del tiempo libre, y dada la incertidumbre económica actual, es muy probable que esta estadística no mejore pronto. Tener que equilibrar las obligaciones personales y profesionales puede ser agotador y, como resultado, más estadunidenses tienen que aprovechar el tiempo libre solo para dormir lo suficiente en lugar de usarlo para unas vacaciones. La preocupación, obviamente, es que esto indica una sociedad con un exceso de trabajo, lo que podría llevar a que esos mismos empleados trabajen menos eficientemente con el tiempo”.

 

Imagen intermedia

¿También sucede en otros países?

La escasez de descanso no es un problema exclusivamente estadunidense, aunque se manifiesta de formas distintas en cada región. En América Latina, por ejemplo, muchos países garantizan por ley alrededor de 15 días de vacaciones pagadas al año —un derecho laboral superior al de Estados Unidos, que no asegura ningún mínimo por ley. Sin embargo, esto no siempre se traduce en más descanso real.

La mitad de los trabajadores latinoamericanos están empleados en el sector informal, sin contratos ni beneficios, lo que significa que 5 de cada 10 empleados en la región no pueden permitirse vacaciones pagadas. Además, en algunas culturas laborales latinoamericanas persiste una ética del trabajo similar a la estadunidense, donde “no está bien visto tomarse semanas de vacaciones” por miedo a parecer perezoso ante los jefes.

Este clima ha dado pie a fenómenos como las “vacaciones silenciosas”: empleados (sobre todo millennials) que toman descansos encubiertos durante el Home Office, fingiendo estar conectados cuando en realidad realizan otras actividades sin avisar, según reveló una encuesta de The Harris Poll. La tendencia de esconder las vacaciones se ha observado principalmente en Estados Unidos y Latinoamérica, reflejando entornos donde desconectar del trabajo genera ansiedad en lugar de tranquilidad.

En contraste, Europa y otras regiones desarrolladas presentan un panorama distinto. Los trabajadores europeos suelen disfrutar de más de 20 días de vacaciones al año y culturalmente tienden a utilizarlos por completo. Es común en países como Francia, España o Alemania que los empleados se tomen tres o cuatro semanas seguidas en verano, algo impensable para la mayoría de los norteamericanos

Aunque la brecha cultural es grande, tampoco Europa está exenta de la discusión sobre el descanso: incluso con sus amplios beneficios, países como Alemania reportan altos niveles de sensación de “privación vacacional” en encuestas recientes… señal de que en la sociedad moderna, el ansia de desconexión plena trasciende fronteras.

¿Debemos priorizar el descanso?

Expertos advierten que esta tendencia de usar las vacaciones para dormir es un arma de doble filo. Por un lado, reponer horas de sueño es fundamental para la salud: la falta crónica de descanso está asociada a mayor riesgo de depresión, ansiedad, afecciones cardíacas y menor rendimiento cognitivo.

Pero por otro, si los trabajadores nunca usan sus días libres para cambiar de entorno y despejar la mente, podrían estar perdiendo beneficios clave de las vacaciones verdaderas. Un estudio de la Universidad de Tampere, en Finlandia, encontró que hacen falta al menos ocho días consecutivos de vacaciones para lograr una desconexión mental significativa del trabajo, reduciendo de forma notable el estrés acumulado.

 

Imagen intermedia

Pausas más cortas que una semana resultaron insuficientes para alcanzar ese nivel de relajación, según los investigadores. Esto sugiere que limitar el tiempo libre solo a uno o dos días sueltos dedicados a dormir puede aliviar el cansancio inmediato, pero no sustituye completamente los efectos restauradores de unas vacaciones prolongadas.

Ante esta realidad, cada vez cobra más fuerza la idea de las “vacaciones en casa” o staycations: descansos sin viajar, dedicados a actividades sencillas o simplemente a no hacer nada. Kevin Thompson, por ejemplo, cree que las vacaciones tradicionales no desaparecerán del todo en Estados Unidos, pero sí podrían volverse más domésticas.

“A menudo oigo a gente decir que necesitan ‘tomarse unas vacaciones de sus vacaciones’ al volver a casa”, señaló, aludiendo a quienes regresan más exhaustos de un viaje agitado. “Algunos sienten que sus vacaciones implican más trabajo de lo que se suponía que serían, lo que los deja aún más agotados. Quizás veamos a gente haciendo más vacaciones en casa, donde puedan recuperar el sueño sin el estrés de estar siempre de viaje”.

De hecho, la búsqueda de descanso ha llegado a tal punto que el sector turístico ha identificado un nuevo nicho: el “turismo de almohada”. Hoteles y destinos ofrecen paquetes enfocados en dormir bien —con colchones premium, menús de almohadas y terapias del sueño— para viajeros cuyo objetivo principal es dormir profundamente y recargar energías. Esta modalidad, también llamada “sleep tourism”, está en auge y se proyecta que crecerá alrededor de un 7.8% anual en los próximos años, prueba de que el descanso se ha convertido en un bien preciado.

En último término, el creciente número de estadunidenses que canjean playa y turismo por pijama y siestas es un síntoma de algo más profundo. Habla de un país donde el trabajo absorbe gran parte del tiempo y la energía de las personas, hasta el punto de que dormir se vuelve el plan predilecto cuando por fin se logra un día libre. La tendencia ya genera desafíos tanto para las empresas —que podrían enfrentar empleados menos creativos y productivos a largo plazo si no descansan lo suficiente— como para la sociedad en general.

Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!