El ministro de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa, aseguró que no es el momento de aplicar exenciones tributarias, mostrando de forma pública su desacuerdo con la propuesta del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva de poner en marcha un estímulo fiscal que reviva la moribunda economía.
Lula, predecesor y mentor político de la actual mandataria, Dilma Rousseff, instó esta semana al Gobierno a aumentar las exenciones tributarias y abaratar más el crédito para impulsar a una economía que está entrando en su segundo año en recesión.
Lula fue nombrado jefe de gabinete de Rousseff a principios de mes, pero su nuevo cargo sigue en el limbo pendiente de una serie de obstáculos legales.
Barbosa afirmó que las exenciones fiscales fueron demasiado lejos en los últimos años y erosionaron las finanzas gubernamentales.
“No es momento de insistir en más exenciones tributarias”, afirmó Barbosa durante una audiencia ante el Congreso. “No es la mejor herramienta para promover el desarrollo”.
El ministro agregó que el mayor desafío de Brasil sigue siendo alcanzar el equilibrio de sus finanzas públicas, subrayando la necesidad de aplicar medidas a corto plazo para estabilizar la economía hasta que se aprueben reformas más estructurales.
Barbosa reconoció que el Gobierno aplazará la más que necesaria reforma de las pensiones por culpa de la agitación que amenaza con echar del cargo a Rousseff.
Agregó que la inflación podría ceder más rápido de lo que prevén los inversores, posiblemente cayendo debajo del 7 por ciento hacia fin de año desde el actual nivel superior al 10 por ciento. Asimismo, consideró que es posible que el banco central rebaje sus tasas de interés a fines de año si la inflación sigue desacelerándose.