HOUSTON.- Un juego entre primos derivó en una tragedia que conmociona a Houston y a la comunidad latina en Estados Unidos. Julián Guzmán, de 11 años, murió tras recibir un disparo cuando realizaba la típica broma de tocar el timbre de una casa y salir corriendo. El hecho ocurrió la noche del sábado 30 de agosto, en el este de la ciudad, cuando el menor y su primo de 10 años habían salido de una fiesta familiar cercana.
De acuerdo con el reporte policial, tras la tercera vez que los niños tocaron la puerta, el propietario, identificado como Gonzalo León Jr., de 42 años, salió armado y disparó contra Julián. Una bala lo alcanzó por la espalda. El menor fue trasladado a un hospital y falleció al día siguiente a causa de la herida. Su primo relató que intentó arrastrarlo para ponerlo a salvo al verlo inmóvil, pensando que no podía mover las piernas después del tiro.
En la vivienda, los agentes hallaron más de 20 armas de fuego, incluidos rifles tipo AR-15, escopetas y granadas de humo. Las autoridades concluyeron que Julián “no representaba amenaza alguna” y calificaron la reacción del sospechoso como desproporcionada. El acusado, veterano de la Guardia Nacional de Texas con antecedentes de servicio en Afganistán, huyó tras el ataque junto con su esposa y su hija de dos años hacia un motel en La Porte, a unas 25 millas (40 kilómetros) del lugar de los hechos, donde fue detenido días después.
La Fiscalía del condado de Harris imputó a León Jr. por asesinato y no descarta elevar la acusación a asesinato capital, lo que podría conllevar cadena perpetua sin libertad condicional o incluso la pena de muerte en Texas. Un juez fijó la fianza en 1 millón de dólares, al considerar el riesgo de fuga y la gravedad del crimen.
El caso reaviva el debate en Texas sobre el acceso a las armas y el uso de la llamada “Castle Doctrine”, que permite a los propietarios defenderse dentro de su domicilio. Fiscales y autoridades han dejado claro que esta norma no aplica al caso porque el menor huía cuando recibió el disparo por la espalda. En la práctica, juristas destacan que estas doctrinas tienen límites y no amparan el uso letal de la fuerza fuera de estrictas condiciones de amenaza inminente.
Vecinos erigieron un memorial frente a la casa con velas, globos y fotografías de Julián. La familia organizó una campaña en GoFundMe que superó los 24 mil dólares para cubrir gastos funerarios. “Es una violación absoluta que un extraño estuviera en un evento tan privado y tan íntimo”, lamentó una allegada a la familia al recordar que el juego infantil terminó en un tiroteo.
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