Managua, Nicaragua.- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, concedió ayer asilo político en suelo nicaragüense al ex mandatario salvadoreño Mauricio Funes, indagado por cinco delitos en uno de los mayores escándalos de corrupción de los últimos años en El Salvador.
Tras obtener el beneficio, Funes, de 56 años de edad, denunció en su cuenta de Twitter que tiene “fundadas razones para asegurar que existe un plan de atentados de la extrema derecha en mi contra. Por eso solicité asilo y protección”.
“Estando en El Salvador recibí ‘mensajes’ de fuerzas de derecha que aseguraban que una vez en el país atentarían contra mi integridad física”, afirmó, sin identificar a nadie. “No mentí sobre el asilo. Decidí tramitarlo el 31 de agosto después de constatar la persecución política que se inicia en mi contra”, recalcó. Al aducir que el asilo “sólo busca garantizar protección frente a la persecución”, precisó que “no he renunciado a enfrentar el proceso judicial ni a probar mi inocencia”.
La Fiscalía General de El Salvador comenzó a indagar a Funes este año por presuntos delitos de peculado, tráfico de influencias, asociaciones ilícitas, enriquecimiento ilícito y malversación de fondos durante su gobierno, de 2009 a 2014.
Funes entró a Nicaragua a mediados de agosto y su presencia en Managua fue detectada por medios locales de prensa, que revelaron que es protegido por un séquito policial que le asignó el presidente Ortega.
Funes y Ortega tienen en común que ganaron la presidencia al ser postulados por los únicos movimientos ex guerrilleros izquierdistas que han gobernado en Centroamérica y que mutaron a partidos políticos: el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de Nicaragua, y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de El Salvador.
Una resolución de la cancillería de Nicaragua precisó que el asilo también beneficia a Ada Mitchell Guzmán Siguenza, novia del ex mandatario, y a Carlos Mauricio Funes Velasco, Diego Roberto Funes Cañas y Mauricio Alejandro Funes Guzmán, hijos del ex presidente.
Funes es el tercer ex jefe de Estado salvadoreño en líos. Francisco Flores (1999-2004) murió en enero anterior a espera de juicio por peculado, desobediencia y enriquecimiento ilícito tras casi dos años en arresto domiciliario y prisión. Antonio Saca (2004-2009) es cuestionado judicialmente por actos en su gobierno.