CD. DE MÉXICO.- La noticia del retiro de Ricardo Arjona paralizó a Latinoamérica, pero seguramente hay muchas personas que no saben de los talentos ocultos del “gigante guatemalteco” fuera la música.
Bueno, uno de esos talentos -y no es la poesía en sus letras- es el deporte, porque el buen Ricardo Arjona fue un impresionante jugador de basquetbol en su país.
Cuando nos referimos a su apodo de “gigante guatemalteco”, no nos referimos solamente a que es una de las máximas figuras mundiales que ha salido de dicho país.
Realmente, el cantante es un gigante porque mide un metro con 94 centímetros. Desde jovenzuelo siempre fue muy alto, algo que le ayudó a jugar basquetbol.
En un periódico de dicho país, Rafael Mejía, periodista guatemalteco, relata la hazaña que Ricardo Arjona logró cuando brillaba en el equipo Leones de Marte.
Nadie en Guatemala ha hecho más puntos en un solo partido que el “gigante guatemalteco”, porque en un solo encuentro se aventó 79 puntotes, cifra récord y que ni las más grandes leyendas de la NBA consiguieron.
Cualquier equipo de la NBA habría dado miles de dólares por firmar al joven que hizo 79 puntos en un solo partido, sería algo así como el Wembanyama de su época.
Pero, afortunadamente -o desafortunadamente, depende de cada uno– Ricardo Arjona dejó su carrera como basquetbolista y se centró en crear canciones míticas sobre la menstruación, taxis, verbos, sustantivos y hasta Jesús.
La cosa es que, los Warriors de Golden State revivieron esa pasión de Ricardo Arjona por el basquetbol y lo invitaron a las instalaciones del equipo para que probara echarse unos cuantos tiros de tres.
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