NUEVA YORK.- Durante la gran ola de fío que azotó durante la semana de Navidad en Estados Unidos, un grupo de turistas de Corea del Sur encontró refugio con un buen samaritano que los protegió durante la ventisca cuando su camioneta se quedó atascda en la nieve en la localidad de Williamsville, Nueva York, el pasado 23 de diciembre,
El grupo de 10 viajeros, que incluía a nueve turistas de Corea del Sur, se dirigía a las Cataratas del Niágara desde la capital Washington, cuando se encontraron en medio de una tormenta de nieve. Dos hombres del grupo decidieron tocar una puerta para pedir palas para intentar sacar su furgoneta de una zanja. Terminaron con un lugar en donde quedarse hasta que pudieran ser recogidos el domingo después de que se disipara la tormenta.
Alex Campagna, un dentista, dijo en Facebook que alrededor de las 14:00 horas de ese viernes, durante “la peor tormenta de nieve que he experimentado”, escuchó un “toque frenético en la puerta”. Él y su esposa terminaron invitando a las 10 personas, colocándolas en sofás, en sacos de dormir, en un colchón de aire y en una habitación libre, informó el diario The New York Times.
Durante la gran ola de fío que azotó durante la semana de Navidad en Estados Unidos, un grupo de turistas de Corea del Sur encontró refugio con un buen samaritano que los protegió durante la ventisca cuando su camioneta se quedó atascda en la nieve en la localidad de Williamsville, Nueva York, el pasado 23 de diciembre,
El grupo de 10 viajeros, que incluía a nueve turistas de Corea del Sur, se dirigía a las Cataratas del Niágara desde la capital Washington, cuando se encontraron en medio de una tormenta de nieve. Dos hombres del grupo decidieron tocar una puerta para pedir palas para intentar sacar su furgoneta de una zanja. Terminaron con un lugar en donde quedarse hasta que pudieran ser recogidos el domingo después de que se disipara la tormenta.
Alex Campagna, un dentista, dijo en Facebook que alrededor de las 14:00 horas de ese viernes, durante “la peor tormenta de nieve que he experimentado”, escuchó un “toque frenético en la puerta”. Él y su esposa terminaron invitando a las 10 personas, colocándolas en sofás, en sacos de dormir, en un colchón de aire y en una habitación libre, informó el diario The New York Times.
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