ESTADOS UNIDOS.- Christopher Landau, quien se desempeñó como embajador de Estados Unidos en México, declaró que nadie está obligando a los empleadores estadounidenses a rendir cuentas por contratar a millones de inmigrantes no autorizados.
En una columna en el The New York Times, Landau declaró que “la gran mayoría de la gente viene aquí por la misma razón por la que siempre ha venido: para laborar (o para reunirse con sus familias que están aquí para trabajar)”.
“A menos que haya un esfuerzo serio, a través de E-Verify obligatorio y otros medios relativamente simples, para garantizar que las personas contratadas para trabajar en Estados Unidos sean elegibles para hacerlo, nuestro país continuará atrayendo a inmigrantes no autorizados y recompensando la inmigración no autorizada”.
Landau recalcó que “el Congreso, independientemente del partido al mando, nunca ha dado el simple paso de hacer que E-Verify sea obligatorio para todos los empleadores. Tampoco la burocracia federal, de nuevo, independientemente del partido que controle el Poder Ejecutivo, ha mostrado mucho celo por hacer cumplir la ley contra los empleadores”.
En la columna titulada “La verdadera razón de la crisis fronteriza”,argumentó que “no es una respuesta que los empleadores argumenten que hay ciertos trabajos que los ciudadanos o los residentes legales no harán. Si aumentar los salarios no funciona, y realmente necesitamos inmigrantes para realizar estas acciones, entonces dichos trabajadores deberían ser traídos legalmente con permisos de trabajo y estar sujetos a la protección total de nuestras leyes.
“Existen programas para hacer precisamente eso, como los programas de visas H-2A y H-2B, que permiten a los empleadores contratar trabajadores extranjeros para realizar servicios o labores agrícolas y no agrícolas temporales en los Estados Unidos por única vez”.
Landau reconoció que “esos programas son engorrosos y, al parecer, muchos empleadores prefieren contratar inmigrantes no autorizados que tomarse la molestia de contratar trabajadores legales elegibles. Es desalentador ver a la administración Biden caracterizando las “causas fundamentales” de la inmigración no autorizada como pobreza, corrupción y violencia en México, Centroamérica y otros lugares y prometiendo abordar el tema atacando estos problemas.
Estos son ciertamente factores de “empuje”, pero no son ni de lejos tan poderosos como el factor de “atracción” de empleos en los Estados Unidos fácilmente disponibles con salarios inimaginables en estas otras partes del mundo”.
En la columna señaló que “mientras nuestro país continúe incentivando la inmigración no autorizada haciendo la vista gorda ante el empleo de millones de inmigrantes no autorizados dentro de nuestras fronteras, no podemos afirmar que tenemos una política “humana”. Esta migración es un gran negocio para los delincuentes; anima a las personas empobrecidas a entregar los ahorros de toda su vida a los traficantes de personas que controlan las rutas. El transporte es infernal…
“La migración, como le gusta decir a nuestro gobierno, debe ser segura, legal y ordenada. Ahora actuemos como si realmente lo dijéramos en serio”.
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