NUEVO LAREDO.- Más de 25 años establecido en la Pulga de los Rieles, un comerciante ha sobrevivido de las ventas, tras su despido por el cierre de una fábrica en esta ciudad fronteriza, pero logró ser de los pioneros de la famosa pulga.
José Saturnino Delgado recordó que junto con él iniciaron cerca de 15 personas que se colocaron debajo del puente vehicular de la calle Eva Sámano cruce con calle Héroe de Nacataz.
Dijo que cerca de 1990 cuando se congregó un pequeño grupo a vender cosas usadas, herramientas, ropa, casi todo venía “del otro lado”, y aquí se vendía a módicos precios, con ello empezaron a subsistir ante el despido de los trabajadores.
“Antes aquí era puro monte, había pilas de cemento para los ferrocarriles, que después se fue limpiando”, expresó.
Al pasar el tiempo y la concentración de más personas, el comercio en este lugar fue incrementando con la llegada de más vendedores, por lo que se fueron extendiendo a tal grado de pasar de ser una decena a ser cientos de comerciantes, como se ve hoy en día.
Saturnino Delgado, desde entonces lo que vende en su mayoría es herramienta y algunos juguetes y como él hay varios vendedores que ya tienen años vendiendo en esta pulga, pues no sólo se colocan en este punto, sino que durante la semana se van moviendo a otras colonias, donde ya es costumbre encontrarlos.
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