PARAGUAY.- El guacamayo azul o guacamayo Spix es un ave de origen brasileño que en años pasados alcanzó fama internacional después de que se realizara la película animada, Río, que tenía como protagonistas a Blu y Jewel, precisamente guacamayos Spix, que presumían ser los últimos ejemplares de su especie. En las dos películas se plantea el peligro de la caza furtiva de las especies en peligro de extinción, así como de los esfuerzos de conservación. Estos últimos, después de varios años, han dado su primer fruto, al nacer el primer pichón de la especie en Paraguay.
Los guacamayos Spix no son los únicos en peligro o extintos; hay hasta ocho aves cuyo estatus de extinción aún está por confirmarse. De hecho, un estudio de Birdlife, especifica que el ticotico críptico, ticotico de alabaos y el po’o-uli deberían ser reclasificadas como extintas; así como otras cuatro especies deberían ser clasificadas como en peligro crítico de extinción o posiblemente extinta.
Entre las principales causas de su extinción está la deforestación de su hábitat natural, además, un reporte publicado en ELSEVIER, especifica que otras amenazas a especies de pericos y guacamayas como el Spix son: la agricultura y el tráfico para su venta como mascotas exóticas. Mismas que afectan a más del 55 % de la población. Sin considerar la introducción de especies depredadoras que no sólo cazan a los guacamayos, también contribuyen al deterioro de los árboles y el entorno en general.
A diferencia de la ficción planteada por 20th Century Fox, en la realidad esta especie ha cesado de existir en su entorno natural. Pero, no todo está perdido para los guacamayos azules, puesto que aún existen varios ejemplares en cautiverio, hasta el 2012 la cifra de guacamayos en cautiverio rondaba los 80 ejemplares.
Lo cierto es que su extinción en la naturaleza es muestra del riesgo que la humanidad y nuestro desarrollo implica para la vida silvestre, y de cómo debemos redoblar esfuerzos en la conservación. Ahora mismo, la esperanza de los guacamayos Spix está en los ejemplares de cautiverio. Por ejemplo, el gobierno de Brasil, a través del Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad —ICMBio—, ha echado a andar un programa que ayude a reintroducir la especie en su entorno natural una vez su población —aún en cautiverio— aumente y su hábitat natural se restaure.
La gran noticia es que este tipo de esfuerzos de conservación ha rendido frutos, puesto que en Paraguay nació el primer pichón en perfecta salud al que ya le han comenzado a salir sus características plumas azules. Ahora mismo, la Asociación de Ornitófilos y Afines de Paraguay pretende que con el nacimiento de ésta y futuras crías entre 5 y 10 años puedan repoblarse los bosques de su país.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!
