FRANCIA.- En redes sociales se han viralizado videos de jóvenes mujeres en países como Francia, Italia y España que han optado por tener cerditos como mascotas, en las imágenes publicada se les caminando por las calles o viajando en el transporte público con su animal de compañía.
Aunque a primera vista puede parecer una tendencia curiosa o incluso tierna, de acuerdo con algunos medios locales, detrás de esta práctica se esconde un motivo mucho más serio como lo es la búsqueda de seguridad personal ante el arribo de inmigrantes musulmanes, quienes se caracterizan por ser de ideas muy extremas.
Algunas mujeres en Europa han comenzado a adoptar o comprar estos animales con la esperanza de evitar situaciones de acoso en espacios públicos, particularmente por parte de ciertos hombres de origen inmigrante y de religión musulmana. Esto se debe a que, en el islam, el cerdito es considerado un animal impuro, y tener contacto con él puede resultar ofensivo para algunas personas practicantes de esta fe.
🇫🇷 | Mujeres francesas jóvenes empiezan a comprar cerdos como mascotas para evitar ser acosadas por musulmanes en la calle y en el transporte público. https://t.co/1XdMLNE0uA pic.twitter.com/8cgo1HSokm
— ʜᴇʀQʟᴇs (@herqles_es) March 12, 2025
Aumentan 86% casos de violencia sexual en transporte público en últimos 10 años en Francia, revela estudio
El fenómeno ha tomado fuerza en medio de una creciente preocupación por la seguridad en el transporte público y las calles. En Francia, por ejemplo, un estudio reciente del Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres reveló que los casos de violencia sexual en el transporte público han aumentado un 86% en los últimos diez años, afectando mayoritariamente a mujeres menores de 30 años en la región de Île-de-France.
La relación entre inmigración y criminalidad es un tema delicado que ha generado controversia en la opinión pública. Si bien la gran mayoría de los inmigrantes buscan mejores oportunidades y una vida digna, algunas voces señalan que una minoría se ha visto involucrada en delitos, lo que alimenta el temor y los estigmas hacia ciertos grupos.
Las mujeres que adoptan cerditos como medida disuasoria argumentan que es una forma no violenta de protegerse, aunque el debate sobre la efectividad real y el trasfondo ético de esta práctica sigue abierto.
Este fenómeno refleja el clima de inseguridad que muchas mujeres viven día a día en Europa y subraya la necesidad de medidas más efectivas para garantizar su protección, más allá de soluciones poco convencionales.
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