CALIFORNIA.- La alegría de una mujer al convertirse en madre por primera vez se vio reducida a desolación cuando sus médicos le diagnosticaron cáncer. Kelly Spill tenía 28 años y llevaba seis meses cuidando de su bebé cuando tuvo que enfrentar esa dura enfermedad.
Kelly Spill disfrutaba de sus primeros meses como madre cuando comenzó a sufrir una serie de molestias. Como los síntomas no aminoraron, la mujer fue al médico buscando respuestas.
Sin embargo, los doctores no lograban calmar los dolores ni diagnosticar con exactitud su enfermedad. Fue hasta que llegó al hospital Memorial Sloan Kettering Cancer Center que se le realizó una colonoscopia quele confirmó un padecimiento oncológico en etapa tres.
Pero la peor noticia fue que el tratamiento al que debía someterse para sobrevivir le impediría tener más hijos.
Cuando mi bebé tenía seis meses, ya quería otro bebé”, reveló.
En una entrevista, la mujer aseguró que un solo instante basta para cambiar por completo la vida de cualquier persona. Para ella ese momento fue cuando le diagnosticaron cáncer.
Un día fui al médico y me dijeron que tenía cáncer en etapa tres y que probablemente nunca podría tener otro bebé… Fue una de las cosas más difíciles de escuchar”, dijo.
Confunden embarazo con cáncer
Kelly Spill comenzó a sufrir de sangrado y cambios en los hábitos intestinales desde su embarazo, pero continuaron tras dar a luz. Sin embargo, todos los doctores le aseguraron que sus síntomas eran normales durante ciertos embarazos y la atribuyeron a hemorroides internas.
Tuvieron que pasar meses para que la mujer se enterara de que padecía cáncer en etapa tres y que de tratarse no podría volver a tener hijos.
Tratamiento de fertilidad
Por fortuna, Kelly fue invitada a participar en un ensayo clínico que ofrecía una oportunidad de preservar su fertilidad mientras se sometía al tratamiento contra el cáncer.
La mujer, decidida a tener más hijos en el futuro, se sometió a tratamientos de fertilidad y extracción de óvulos antes de comenzar su tratamiento contra el cáncer.
Siguiendo el consejo del médico, me sometí a tratamientos de fertilidad y a una extracción de óvulos poco después de que me diagnosticaran y antes de que comenzara el tratamiento… Esa fue realmente la peor parte de esta experiencia”, reveló.
Kelly y su esposo lograron preservar cuatro embriones antes de que ella se sometiera al invasivo tratamiento contra el cáncer.
Tras una dura batalla, Kelly se convirtió en una sobreviviente del cáncer y el año pasado dio a conocer que se convirtió en madre por segunda vez.
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