GUADALUPE.- Bastó el primer minuto para que el Clásico Regio 141 prometiera una intensa noche. Monterrey y Tigres arrancaron con fuego, con choques y polémicas, pero al final el marcador 1-1 dejó un sabor agridulce en la Sultana del Norte, dentro de la jornada 17 del Apertura 2025.

Ni los Rayados pudieron hacer pesar su estadio, ni los felinos lograron rugir lo suficiente para imponerse en un duelo que tuvo más emociones que claridad.

Apenas iniciado el partido, Sergio Ramos levantó a todos de sus asientos con un cabezazo que parecía gol, pero Nahuel Guzmán reaccionó a tiempo para ahogar el grito. Los Tigres respondieron con fuerza: Ozziel Herrera estrelló su disparo en el poste y dejó claro que los felinos no se intimidaban.

La tensión subió al minuto 32, cuando el “Corcho” Rodríguez fue expulsado por cortar una jugada manifiesta de gol, decisión que encendió los ánimos. Antes del descanso, Jesús Angulo también vio la roja por doble amarilla y cometió un penal que Sergio Canales convirtió con elegancia para el 1-0 rayado.

En la segunda mitad, Ángel Correa apareció con oportunismo para igualar el marcador y rescatar el orgullo felino. A partir de ahí, el duelo se volvió ríspido, trabado y con más corazón que fútbol.