Pensilvania.- Christopher J. Davis, un médico de 63 años en Pensilvania, ha sido acusado de múltiples cargos por abusar sexualmente de pacientes en rehabilitación.
Según informes de la Oficina del Fiscal General de Pensilvania, Davis habría utilizado su posición en el Pyramid Healthcare York Treatment Center y en su práctica privada para coaccionar a mujeres vulnerables a cambio de tratamientos esenciales.
Cadáver marioneta
Este no es el primer incidente controversial en la carrera de Davis. En el año 2000, fue disciplinado por el Departamento de Estado de Pensilvania después de utilizar el cuerpo de una paciente fallecida como una marioneta, manipulando su mandíbula y simulando que hablaba frente al personal de enfermería.
El Dr. Davis revisó los signos vitales de la paciente y la declaró muerta”, se lee en el informe. “La colocó en posición sentada, le movió la mandíbula con la mano y dijo: ‘Hola, ¿cómo estás?’ o algo similar”.
Este comportamiento fue considerado altamente inapropiado y resultó en la suspensión de su licencia médica por dos años.
Además, Davis ha enfrentado acusaciones previas relacionadas con el robo de medicamentos y otros comportamientos poco éticos en su práctica médica.
Estos antecedentes refuerzan las preocupaciones sobre su conducta profesional y el impacto negativo en las vidas de sus pacientes.
Cargos contra el médico abusador
Davis enfrenta un total de 92 cargos, incluyendo violación, asalto sexual agravado, extorsión sexual, uso ilegal de dispositivos de comunicación, administración ilegal de sustancias controladas y suministro de información falsa o fraudulenta. Las acusaciones abarcan el período entre 2021 y 2024 y afectan al menos a cuatro pacientes.
El médico fue arrestado el 30 de abril de 2025 y se encuentra detenido en la prisión del condado de York con una fianza de un millón de dólares. Su audiencia preliminar está programada para el 28 de mayo.
Las investigaciones indican que Davis utilizaba su control sobre la prescripción de metadona para manipular a las pacientes. En algunos casos, prescribía medicamentos contraindicados o proporcionaba dinero para la adquisición de drogas ilícitas, como el fentanilo.
Además, se descubrió que alentaba el consumo de alcohol y otras sustancias durante el tratamiento.
La Oficina del Fiscal General ha instado a cualquier persona que tenga información adicional sobre el caso a comunicarse con las autoridades. También se ha establecido un programa de defensa del paciente para aquellos que puedan haber perdido el acceso a la atención médica debido a las acciones de Davis.
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