CIUDAD DE MÉXICO.- Luis Estrada, escritor y director conocido por películas como ¡Que viva México! y La Ley de Herodes, está trabajando en conjunto con Netflix para lanzar su próximo éxito, una serie titulada Las Muertas.
Este proyecto está basado en la novela del escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia, Las Poquianchis. La plataforma de streaming anunció que este sería uno de sus más ambiciosos proyectos mexicanos, cuya producción empezó en 2024.
Sin embargo, a pesar del renombre que respalda al director, la actriz, Dunia Alexandra, quien ya había participado en grandes proyectos, tales como La Casa de las Flores y Tod@s caen, denunció que había sufrido de discriminación durante el proceso de grabación.
¿Dunia sufrió discriminación por su peso?
La actriz hizo uso de su cuenta de Instagram para hacer una denuncia pública contra Netflix y Luis Estrada, esto debido a que fue despedida debido a su peso.
De acuero con Dunia, atravesó el mismo proceso de casting que el resto, y tras ser seleccionada, firmó un contrato de seis meses, pues su personaje sería recurrente durante toda la serie. Sin embargo, en la semana de inicio de filmación, hubo un cambio de planes.
Comentó que fue la productora, Sandra Solares, quien le informó que ya no sería parte del equipo de Las Muertas debido a que al equipo de producción le “preocupaba” el sobrepeso de Dunia y no querían arriesgar su salud.
“Me dijo que los productores de Netflix estaban muy preocupados por mi salud y pensaban que me iba a dar un infarto por el sobrepeso que tenía y que por eso había decidido dar por terminada mi relación con ellos”.
Consternada, solicitó hablar con el director, pero su respuesta no fue mejor, pues Estrada le informó que ella retrasaría la producción debido a su peso y que simplemente lo hacía como un acto de “humanidad”.
“Él me comentó que lo hacía por una cuestión de humanidad, que él no iba a cargar con una muerte. Que en las locaciones había mucho polvo y que se me iban a infectar los ojos, que me iba a cansar mucho, que iba a retrasar la producción porque era muy lenta”, explicó.
En respuesta a estos actos, Alexandra decidió no quedarse callada, pues no le parecían correctas tales acciones basadas en “la ignorancia y los prejuicios que tiene de que la gente gorda no está sana”, por lo que había tomado la decisión de emprender acciones legales por discriminación y despido injustificado.
La actriz finalizó diciendo que era importante no guardar silencio ante tales injusticias, las cuales eran muy comunes y poco habladas debido al miedo o la pena, pero que nadie consideraba el daño emocional que sufrían, pues “mucho más allá de perder un trabajo”, ellos terminaban “muy vulnerados en la dignidad y en las emociones”.
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