Dirk Nowitzki, el alemán de 2.13 metros, levanta los brazos y agradece a los mexicanos presentes. El teutón y los Mavericks de Dallas triunfan sobre los Suns de Phoenix 113-108, en un partido muy peleado por ambos equipos.
El cotejo arrebata suspiros y gritos en la Arena Ciudad de México. Nowitzki, con 18 puntos, seis rebotes y una asistencia, es el motor que le hacia falta a la franquicia texana. Deron Williams (con 23) y Harrison Barnes (22) apoyan al germano sobre la duela decorada con colores nacionales.
Los 39 puntos del joven Devin Booker no son suficientes para que Phoenix consiga su primer triunfo de esta gira en tierra azteca.
Los equipos peor ubicados en la Conferencia Oeste de la NBA dejan sonrisas en los fanáticos del depor-te ráfaga.
La gente dividida en una Arena México que no se llenó, apoya a ambos equipos. En las jugadas grandes aplauden al germano y al puertorriqueño JJ Barea, por parte de los Mavericks; sin embargo, en los tiros libres abuchean y silban a quien cobra el tiro, el nombre no importa. La afición se divierte, el marcador los tiene sin cuidado.
Para el comienzo, el gran veterano y líder del equipo Tyson Chandler tiene a Phoenix arriba en el marcador. Su experiencia permite que la estrategia del entrenador Earl Watson funcione.
El profesional de 34 años tiene el control del balón. Manda pases laterales a sus compañeros Devin Booker y Marquese Chriss para superar a la defensiva blanca.
A la mitad del segundo cuarto Nowitzki prende las alarmas en Dallas, cuando tras intentar bloquear el ataque contrario su tobillo derecho le causa molestia. Aquel tendón de Aquiles que tanto le ha dado batalla en los últimos meses, parece causarle daño. El entrenador Rick Carlisle lo ve, el alemán se ata los cordones de su zapato y continúa. El head coach respira, su mejor hombre pude seguir.
Por el otro lado, Watson, estratega de los Suns, vive el cotejo sobre la línea. Pide intensidad a sus pupilos; se sienta y conversa con su equipo técnico. Algo ya no encaja como en el primer cuarto.
Al medio tiempo, los equipos no fallan y el marcador se mantiene parejo, Suns lidera por dos puntos.
En el tercer episodio, la defensa de Mavericks despierta, sólo permite 17 puntos de los locales. Dallas no se quiere regresar a casa con una derrota. Salah Mejri bloquea por alto a los jugadores que visten de morado, JJ Barea toma el esférico para guiar la ofensiva. Los profesionales de los Suns se marean con el manejo de pelota de los texanos.
Phoenix pierde la cabeza y, con eso, el cotejo. Muchas faltas innecesarias permiten al equipo dirigido por Carlisle robarse el triunfo.
Con el peso de esta derrota, los Suns ahora tendrán que enfrentar a los Spurs de San Antonio, el segundo mejor equipo de la Conferencia del Oeste, que tendrán más seguidores este sábado.
Al final se reportó que hubo dos personas detenidas debido a la reventa de boletos.
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