ESTADOS UNIDOS.- Jamie Allison Tull, ex maestra de jardín de niños, sobrevivió 17 días consumiendo insectos y bebiendo agua de un estanque para vacas, informó el Departamento del Seriff de Merced, California.
Jamie, de 33 años, desapareció el 17 de julio después de haberse accidentado mientras conducía por una carretra que atravesaba una zona pastoral en el condado de Merced, lo cual desencadenó una intensa búsqueda por el norte de California.
Según los informes, las autoridades hallaron su automóvil abandonado, por lo que los detectives determinaron que la mujer había abandonado el sitio a pie.
Con desesperación, familiares y amigos de la maestra repartieron volantes con la foto y descripción de Tull, buscándola en las zonas aledañas al lugar donde ocurrió el accidente.
Crearon, incluso, un sitio web en el que ofrecieron una recompensa de 100 mil dólares a cambio de información que llevara a su hallazgo.
Sin embargo, conforme pasaban los días, la búsqueda se tornaba más desalentadora. Por ello, Robert Carpenter, Lynn Garber y Mario Bianchi se reunieron el 4 de agosto sin mucha esperanza, en un último intento por hallar a la mujer desaparecida.
Gracias a que los tres hombres decidieron hacer un recorrido por un campo alrededor del punto donde encontraron el automóvil chocado, a un kilómetro y medio, encontraron a Jamie Allison bajo una cerca de madera 17 días después de reportarla como desaparecida.
Si bien la mujer presentaba señales de agotamiento y deshidratación, además de quemaduras de sol, pudo asegurarles a sus rescatistas que se encontraba consciente y que no había sufrido lesiones graves.
“Estoy viva”, respondió la maestra cuando se le acerco Bianchi. Por consiguiente, los hombres la auxiliaron e inmediatamente notificaron a las autoridades.
Por su parte, el jefe del Departamento del Sherif de Merced, Vern Warnke, dijo en una entrevista a un medio local que, inicialmente, Tull se negó a ser rescatada y trasladada a un hospital.
“Cuando le estábamos dando sus tratamientos aquí, le comentamos sobre llevarla al hospital. Ella no quería nada de eso; quería algo de comida y agua y luego que la dejaran ir”, agregó el oficial.
Warnke aseguró que, a fin de sobrevivir todos esos días, la mujer tuvo que comer insectos y beber agua de un estanque para vacas.
Además, explicó que el motivo por el que las múltiples búsquedas fracasaron debido a que Tull se mantenía en movimiento, por lo que evadía a los rescatistas, aun a los perros sabuesos y a los elementos aéreos.
Al parecer Tull sufría algún trastorno mental para el cual le habían recetado medicamentos; no obstante, los dejó de ingerir días antes de su accidente.
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