Aun cuando el Covid-19 ya había congelado la actividad deportiva en todo el mundo, la UFC marchaba contra corriente y se rehusaba a parar, no sólo como empresa, sino desde sus partículas.
El peleador estadounidense Lyman Good reveló que contrajo el coronavirus antes de que se cancelara la función de UFC 249, pero prefirió ocultarlo y cancelar su participación argumentando que se encontraba lastimado.
“Aunque dije que se debió a una lesión, en realidad fue porque había dado positivo por COVID-19”, confesó a la cadena ESPN.
Good, de 34 años, estaba programado para enfrentar a Belal Muhammad en el peso welter, pero su estado de salud condicionó su voluntad y optó por no arriesgar a su entorno.
“Tan pronto me enteré, se lo hice saber a todos. Mi verdadera preocupación eran mis compañeros de equipo, mis entrenadores y cualquier persona con la que tuve contacto. Dios no lo quiera, que se contagien, lo propaguen, y alguien más enferme; me sentiría responsable”, expuso.
Eventualmente, Dana White, presidente de la UFC, cedió ante la pandemia y canceló el evento que estaba inicialmente planeado para celebrarse en Brooklyn el 18 de abril. Good, por su parte, no tuvo que ser internado y se puso a sí mismo en cuarentena hasta aliviarse.
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