NUEVO LAREDO.- Desde hace más de un año, el Tomógrafo Axial Computarizado (TAC) del Hospital General no funciona, obligando a los pacientes que se realicen este procedimiento radiológico en una clínica particular cubierto por Seguro Popular, siempre y cuando esté dentro del beneficio del enfermo.
La subdirectora administrativa del hospital, Macarena González, explicó que se ha gestionado desde hace tiempo un tomógrafo para los pacientes que se atienden, que en promedio son dos diarios, ya que al momento de requerirlo, alguno debe solicitar una ambulancia para poder llegar a realizárselo.
Cabe mencionar que la máquina del TAC, no era propiamente del hospital, pues era rentado por un particular y debido al uso cotidiano que se le dio se averió y ya no lo pudieron reparar, por ello consiguieron un servicio subrogado, aunque no todos los pacientes reciben este servicio de manera gratuita, pues el Seguro Popular solo cubre algunos, por lo que deben pagar hasta dos mil pesos por una tomografía.
Hasta ahora, más de 600 pacientes (cifra promedio) han tenido que moverse del Hospital General hacia la calle Maclovio Herrera o a la calle Aquiles Serdán donde se encuentran las clínicas que subrogan el servicio, para luego regresar nuevamente al nosocomio y que el médico determine sí presenta alguna lesión interna.
El TAC o TC (tomografía computarizada), es una prueba diagnóstica que a través del uso de rayos X, permite obtener imágenes radiográficas del interior del organismo en forma de cortes trasversales, o si es necesario, en forma de imágenes tridimensionales.
Hasta ahora las autoridades del sector salud en Nuevo Laredo han gestionado este tipo de herramientas esenciales para dar el servicio a los pacientes que así lo requieran, pues beneficia y evita que se deban trasladar a otros lugares.
¿CÓMO FUNCIONA?
La tomografía axial computarizada (TAC) requiere un uso más complejo e intenso de los rayos X y emplea además sensores especiales. El paciente se acuesta en una camilla que se desliza por un túnel que hay en la máquina. Las imágenes son producidas por numerosos y finos haces de radiación y sensores que rotan 360° alrededor del paciente. Se ha comparado el proceso a examinar un pan cortándolo en rebanadas muy finas que luego se fotografían. Una computadora vuelve a juntar las “rebanadas”, y suministra así una detallada vista de corte transversal del interior del cuerpo. Las máquinas más modernas efectúan un escáner helicoidal, o espiral, del cuerpo, con lo que aceleran el proceso. A menudo se usan para examinar el tórax, el abdomen y el esqueleto, así como para diagnosticar diversos cánceres y otros trastornos.
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