El novelista y periodista cubano Leonardo Padura asegura en una entrevista que “la literatura latinoamericana, salvando México o Argentina, vive un período muy complicado” por las dificultades existentes en la promoción e impresión literaria.
Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 y Orden de las Artes y las Letras de Francia en 2013, alerta de la dispersión que existe en América Latina, donde, “muchas veces, un libro que se imprime en Ecuador nunca se lee en Perú”, porque no hay circuitos de distribución latinoamericanos.
El escritor, que se encuentra en la ciudad española de Logroño (norte) para participar en un curso sobre literatura cubana de la Universidad Internacional de La Rioja, cree que esta “caótica” situación lleva “a cierta paranoia a los escritores” que necesitan darse a conocer en un mercado global, recalcó.
El caso cubano, la relación que se establece con la literatura, el lector, la crítica, el mercado literario y las instituciones también es, a su juicio, “bastante peculiar”.
“Sobre todo -ha añadido- para los escritores que no tienen sellos editoriales fuera de la isla, que dependen mucho de la publicación dentro del país, marcada por la gravitación de problemas económicos”.
Como ejemplo, ha indicado que el pasado año el Instituto del Libro, el ente rector de las publicaciones cubano, cumplió solo con un 30 % de su plan de edición.
Esto complica “la visibilidad del escritor cubano” y “limita” su presencia no solo dentro del país, sino también en los circuitos internacionales, argumenta.
Frente a la complicada realidad del mercado latinoamericano, están la excepción de México o Argentina, “grandes países con grandes (figuras) en la literatura”.
De esta compleja realidad tampoco se salva España donde “cada vez se lee menos, se venden menos libros, las pequeñas editoriales desaparecen y las medianas se funden”, detalla.
Todo ello, reflexiona, es fruto de “un proceso de cambio que tiene que ver no solo con la crisis económica (que sufre el país), sino también con un cambio de sistema” de la era postindustrial a la digital, para el cual las editoriales españolas “no estaban preparadas”.
El autor de obras como El hombre que amaba a los perros, La novela de mi vida o la serie de novelas policiales protagonizada por el detective Mario Conde, prepara una obr que tiene como trasfondo la sociedad cubana, un escenario en el que se han producido “algunos cambios visibles” que probablemente se profundicen en el futuro.