HAWAI.- La planta geotérmica Puna Geothermal Venture (PGV), en Hawái, tuvo que dar un cierre a todas las instalaciones repentinamente el pasado lunes para evitar la liberación de gases tóxicos, además que contiene varias sustancias inflamables, después que la lava del volcán Kilauea se acercara peligrosamente.
Según los oficiales, la PGV, que provee al 25% de la energía de la Big Island de Hawái, tuvo que cerrar después de que notaran que una grieta activa de lava se acercaba a unos 275 metros.
La PGV ya había interrumpido las labores desde el pasado 3 de mayo, cuando el Kilauea inició sus primeras erupciones.Las autoridades de Hawái indicaron que se han trasladado 227,124 litros de Pentano, hidrocarburo altamente flamable, a un lugar seguro donde no pueda ser alcanzado por el calor de la lava. Las autoridades agregaron que comenzaron a enviar agua fría en los pozos y los cerrarán con tapas de hierro.
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