Sin temores a errar, en esta caldeada temporada de calor lo que seguramente se da mejor aparte de un buen baño con agua fría, sin duda alguna es una buena y quisquillosa fantasía prohibida, la insensatez y por qué no, también la lujuria.
Todo ello nos está permitido a quienes que como humanos hemos nacido en este planeta en el que las tentaciones y las consiguientes pasiones nos cercan por doquier… ¡ah, qué hermosa es una pasión cuando ya no se tiene una tonta y remilgosa conciencia que ataque!, esa es justamente la libertad que se consigue cuando se vive en un desapego a cualquier doctrina que reprima las deseos heredados de los cielos como entesterrenales que somos.
A últimas fechas se nos ha enterado por diversos medios informativos como noticieros y particularmente redes sociales que todas aquellas pasiones que supuestamente los clérigos habían tenido subyugadas y aprisionadas en algún sitio de sus templos, siempre estuvieron libres. No por nada en los últimos diez años se ha destapado una enorme cloaca que revela la gran masa de pecados que se le ha venido encima a la iglesia vaticana por la gran cantidad de acusaciones de pedofilia alrededor del mundo.
Ni el papa Pablo VI y mucho menos Juan Pablo II, que mucho tuvieron que ver con las ordenaciones más importantes en la vida religiosa del dominico José Raúl Vera López, actual obispo de la Catedral de Santiago en Saltillo, se imaginaron que un día cualquiera en el devenir de los tiempos, ese hombrecito de diminutas proporciones fuera a dar al traste con toda aquella santidad con la que se había desenvuelto a través de los años como religioso.
El nacido en Guanajuato en el año de 1945, justo cuando terminaba la sangrienta Segunda guerra mundial, supo muy joven que su alma era tan rosa como los edificios de cantera de su tierra. Su fama trascendió fronteras por sus aguerridas maneras de combatir la injusticia. Fue muy relevante su pasión como pacificador en Chiapasjunto al entonces también obispo Samuel Ruiz durante el gobierno de Ernesto Zedillo ante un Ejército de Liberación Nacional cuyas únicas demandas eran justicia y reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas de México. Todas aquellas luchas sociales en las que se afanó por defender al indocumentado, a la mujer maltratada, a los niños abusados, a los hambrientos que viajaban en la llamada Bestia y hasta su afán por atender las peticiones de los familiares de personas desaparecidas, todo pareció desvanecerse cuando sin esperarlo nadie comenzaron a circular en las redes sociales aquellas vergonzosas imágenes en las que el prelado se divertía muy ligeramente ataviado con disfraces de uso particularmente sexual.
Vestido con un traje de doctor y acompañado de su ex vocera local Jacky Campbell, también ataviada con un provocativo disfraz de enfermera, el actual obispo parecía estar cómodamente divertido en una tertulia que ante los ojos de cualquiera no estaba muy a doc con la sagrada investidura del prelado. Cuando se intentó saber la postura del “Hombre de Dios” la diócesis de Saltillo expuso que no se hablaría ni una sola palabra sobre el asunto.
No hace mucho lamulti premiada periodista regiomontana SanjuanaMartinez escribió un libro titulado:“Prueba de fe. La red de cardenales y obispos en la pederastia clerical”, un volumen cargado de saetas cuyo blanco era la pederastia en todos los niveles de la iglesia católica. La escritora tuvo a bien invitar a Vera López a que escribiera en su libro su opinión del tema. Su expresa acusación contra Norberto Rivera y otros líderes de la iglesia en México no les cayó muy en gracia a los altos mandos en Roma, por lo que sin tardanza alguna le hicieron llegar una misiva en la que reprobaban su actitud sediciosa.
Vera López a sus casi ochenta años es un rebelde en potencia. Bien podría ser que la edad lo está echando de cabeza o que está perdiendo todo juicio pero de un tiempo acá se ha dedicado a defender causas poco comunes y controversiales comoel matrimonio igualitario entre la comunidad gay como si fuese algo muy preciado a su muy particular modo de ver, asunto que no lo han dejado como tan buen cristiano ante sus fieles. Fue en una sesión en Roma donde expuso abiertamente que ellos, como tercer sexo, eran la salvación de la iglesia. Amparado por la nueva ley del amor y no letra muerta de la floja doctrina traída por el papa Francisco, Vera se ha dedicado a dar una guerra contra los detractores de la comunidad multicolor.
La duda sobre las pasiones de Raúl Vera López surge cuando hace poco fue citado por la Procuraduría General de Justicia del Estado. Se le exigió declarara sobre los muchos casos de abuso sexual contra menores a manos de sacerdotes, esto a raíz de una averiguación interpuesta en el 2014.
Cuando el río suena es que abundante agua lleva y el hecho de que un hombre que ha vivido al amparo de Dios sea citado a declarar en asuntos de pedofilia no lo dejan muy bien parado. Son muchos los que opinan que Vera López tiene mucho de revolucionario y muy poco de religioso, que lo suyo lo suyo sin duda alguna es la lucha social, una guerra que nada tiene qué ver con las denominadas Santas Escrituras.
La experiencia que como mexicanos tenemos en las artes adivinatorias nos ha enseñado que cuando el olora podrido abunda, un animal muerto está cerca. De muy poco le valdrá al obispo de la también llamada Atenas de México todo aquel currículo de buenas obras si al final del camino y con toda su digna senectud, se le descubre alianzas con otros hombres para abusar de personas inocentes. Es bien sabido que los dioses tienen sus tiempos y que las consecuencias de un pasado lo bastante oscuro y denso bien pueden caerle encima en cualquier momento.
Todos tenemos pasiones y delirios. Todos deseamos y queremos. Todos amamos y poseemos. Todos hablamos y blasfemamos, pero lo que sí es cierto es el hecho de que las pasiones son individuales y nada más añino que involucrar sin su consentimiento a terceros.Como se dijo al inicio, todo esto se nos está permitido como humanos… y vuelvo a escribir, ¡ah, qué encantadora es una fogosidad prohibida cuando ya no se tiene una quisquillosa conciencia!
Sea cual fuere la pasión de nuestro distinguido obispo, nuestra misión principal como habitantes de este mundo en decadencia moral es hacer de las pasiones personales algo que nos de aquello que se llama felicidad, ese estado del alma que todos deseamos al andar por el mundo.Adieu.