NUEVO LAREDO.- Muchas veces hemos escuchado la frase “después lo hago”, misma que durante mucho tiempo utilizó la maestra Lucy, quien dejó pasar por mucho tiempo sus revisiones médicas, y un día de pronto fue diagnosticada con cáncer.
Maestra de artes en la Escuela Secundaria Técnica 32, dedicó su vida a la enseñanza, a demostrar e inculcar valores en sus alumnos así como el respeto y el amor por estos recintos del aprendizaje, sin embargo, al dejar a un lado su salud se convirtió en víctima de esta terrible enfermedad que hasta hoy ha causado estragos irreversibles tanto físicos como emocionales.
“Desgraciadamente me diagnosticaron cáncer. Ahorita me encuentro en estudios pues aún no saben qué etapa es. Tengo mucho sueño todo el tiempo, es parte de los estragos de la quimioterapia, el cabello ya se me está cayendo. Todo empezó con una bola en mi seno, la que por tres años me dijeron que era grasa dura, pero al ver la deformación me hicieron estudios y me dijeron que era cáncer”, dijo.
Ahora la maestra Lucy viaja hasta la ciudad de Monterrey donde recibe quimioterapias, sin embargo, el alto costo de los medicamentos así como los traslados ha, afectado cruelmente su economía, por lo que ahora requiere del apoyo de la comunidad para solventar estos necesarios traslados.
“Mi problema a parte del cáncer es que padezco osteoartritis deformante degenerativa en las rodillas lo que no me permite subir escalones, es difícil caminar o viajar con bastones o andadera. No puedo subir a un autobús y batallo demasiado con esta situación. El gasto es muy fuerte y la verdad sí hace falta el sustento económico”, detalló.
Debido a esto, sus amigos más cercanos, colegas y familiares se encuentran realizando diversas actividades a favor a la maestra, quien también vende escobas para recaudar fondos y seguir luchando contra su enfermedad.
“Hay mucha gente buena que me está ayudando, algunas son personas que ni siquiera conocía. pero les agradezco de corazón su ayuda. Yo estoy vendiendo las escobas de la esperanza aquí en la tiendita y con eso juntamos más dinero para los viajes a Monterrey”, señaló.
Para quienes deseen unirse a la causa de la maestra Lucía Martínez pueden acudir a Mapulcanas #36 en Residencial Viveros, o llamar al (867) 1025646 donde recibirá gratamente el apoyo de la comunidad, para lograr convertirse en una sobreviviente de esta cruel enfermedad.
Finalmente envió un mensaje a los hombres y mujeres para no ser víctimas de estos padecimientos como el que ahora ella tiene.
“Vayan al médico, chéquense, no tengan pena, no tengan miedo. Más vale pasar un momento de vergüenza que sufrir todo este calvario que estoy viviendo yo”, expresó.
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