CIUDAD DE MÉXICO.- La Liguilla ha quedado dominada por equipos que ponen como preponderancia para su éxito el cargarse de jugadores no nacidos en México, un problema que ya se ha vuelto crónico en el futbol nacional.
Una manera para combatirlo y tratar de evitar que en un futuro no muy cercano un equipo de la Liga MX sea conformado enteramente por no nacidos en México es la regla “10-8”, que entrará en acción a partir del próximo torneo.
La regla consiste en lo siguiente: para cada partido se registran a 18 jugadores, once titulares y siete en la banca. De esos 18 elementos, diez podrán ser no nacidos en México, ya sea naturalizados o extranjeros, y el resto, ocho, deberán de ser mexicanos nacidos en el país.
En la cancha, a la hora de un juego, no habría límite de foráneos o naturalizados.
“Falta la aprobación de los dueños en la Asamblea (que se desarrollará el próximo lunes). Seguramente eso le dará a la Liga un auge de jugadores importantes, también pensando en la estructura de jugadores que nacen en las canteras de los equipos mexicanos”, explicó Andrés Fassi, vicepresidente de Pachuca.
Pero no se quedará nada más en eso, habrá evolución. Para la campaña 2017-2018, la regla pasará a 9-9, ya que en la cédula se podrán registrar a nueve mexicanos y nueve no nacidos en México.
“Así iremos poco a poco tratando de darle más salida al jugador mexicano de gran calidad”, agregó.