TAMAULIPAS.- Así como en la ciudad de México, También en el estado de Tamaulipas desde hace algunos años inició la gentrificación, solo que aquí no son colonias que suben sus rentas por la invasión de extranjeros anglosajones, sino grandes plazas, centros comerciales incluso centros históricos invadidos por mercancía china.
La gentrificación comercial impulsada por comerciantes chinos en México, particularmente en estados como Tamaulipas y zonas del Centro Histórico de la Ciudad de México, se ha convertido en un fenómeno socioeconómico relevante. Este proceso está transformando los paisajes comerciales tradicionales, generando tanto oportunidades económicas como desafíos para los comerciantes locales.
En el Centro Histórico de Tampico y ciudad Victoria, se ha producido una profunda transformación comercial dominada por tiendas chinas que han desplazado a los comerciantes locales. Esta situación se agravó tras la pandemia, cuando muchos pequeños empresarios no pudieron mantener sus negocios debido a la disminución del flujo de clientes y la incertidumbre económica.
Los comerciantes chinos han implementado estrategias efectivas para establecerse:
Ofrecen pagos anticipados de renta por 6 meses a 1 año, algo difícil de igualar para los locales. Los montos de renta en el centro de Tampico varían entre 30,000 y 80,000 pesos mensuales, precios prohibitivos para muchos comerciantes tradicionales.
Operan diversos giros comerciales como ropa, calzado, electrónica, juguetes y artículos para el hogar con precios competitivos
Como resultado, muchos comerciantes locales con décadas de experiencia han tenido que cerrar sus negocios formales y trasladarse a la economía informal, operando en la vía pública como única alternativa para generar ingresos.
Expansión en el Centro Histórico de la CDMX
El fenómeno no se limita a Tamaulipas. En el Centro Histórico de la Ciudad de México, la comunidad china ha adquirido una fuerte presencia económica, comprando y rentando edificios y bodegas, muchos de ellos patrimonio cultural.
Según el senador Gerardo Fernández Noroña, «la comunidad china está haciéndose dueña del Centro Histórico», lo que ha generado un cambio drástico en la dinámica local. Los comerciantes tradicionales enfrentan dificultades para competir con la mercancía china importada, lo que ha llevado al cierre de negocios familiares con generaciones de historia.
Impacto económico y social
Este proceso de gentrificación comercial tiene múltiples efectos:
Desplazamiento de comerciantes locales: Negocios tradicionales cierran porque los edificios son vendidos a extranjeros o porque sus proveedores desaparecen ante la nueva oferta de importación masiva.
Aumento de rentas: En zonas las rentas han aumentado a rangos de 20,000 a 25,000 pesos, obligando a los comerciantes a involucrar a más personas para poder pagar.
Cambio en la identidad comercial: En Victoria y Tampico, aunque el comercio chino ha evitado que muchos locales permanezcan vacíos como el caso del antiguo edificio de Cinemex y Famsa, también ha provocado una pérdida de identidad comercial local.
Competencia desigual: Los comerciantes locales enfrentan márgenes más reducidos y oportunidades más limitadas frente al capital de los nuevos actores comerciales chinos.
Especialistas piden abordar este problema considerando que el turismo busca prácticas culturales auténticas, lo que implica entrar a barrios populares que inicialmente no se consideraban susceptibles a la gentrificación. La idea central es que una mejor calidad de vida no debe implicar el desplazamiento de la población originaria o de los comercios tradicionales.
Este fenómeno ocurre en un contexto de creciente inversión china en México, que según algunas estimaciones supera los 22,500 millones de dólares, convirtiendo a China en el sexto mayor inversionista en el país. Muchas empresas chinas están utilizando México como «puerta trasera» hacia Estados Unidos, estableciendo operaciones manufactureras para evitar aranceles.
Mientras algunos sectores ven esto como una oportunidad económica (el «nearshoring»), otros advierten sobre los riesgos de dependencia tecnológica hacia China y la posibilidad de que México quede atrapado en las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.
La gentrificación comercial impulsada por comerciantes chinos en México representa un fenómeno complejo con múltiples facetas. Por un lado, revitaliza zonas comerciales y atrae inversión; por otro, desplaza a comerciantes tradicionales y transforma la identidad de los espacios urbanos. El desafío para las autoridades mexicanas será encontrar un equilibrio que permita aprovechar los beneficios económicos de esta dinámica, mientras se protege a los comerciantes locales y se preserva el carácter cultural de estas zonas.
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