Ciudad Victoria, Tamps.- El kilogramo de tortillas podría llegar este año a 20 pesos, advirtió el presidente de la Unión de Industriales de la Masa y la Tortilla en el estado, Enrique Yáñez Reyes, quien afirmó que la situación económica, la inseguridad y otros factores han ocasionado que en el último año hayan cerrado más de 600 negocios.
Dijo que el alza a los insumos como son las refacciones que se compran en dólares, los ajustes a precios de insumos básicos, y ahora con la decisión de algunos municipios de Nuevo León de cobrar a los camiones que transportan carga que pase por esos lugares una tarifa originada que se eleve aún más el precio del producto final que en estos momentos anda entre los 16 hasta los 18 pesos el kilogramo en algunos lugares.
Reconoció que en base a como se han presentado las cosas, es muy probable que al cierre del año el kilo de tortillas alcance los 20 pesos, mismo que será un precio justo tomando en cuenta el duro golpe que ha representado el aumento a las gasolinas, el agua y la luz, entre otros servicios básicos que generan un gasto extra para los industriales de la masa y la tortilla.
Comentó que en el estado han cerrado 600 tortillerías y actualmente hay funcionando mil 800 en todo el estado, mientras que en Victoria hay 210 tortillerías, muchas de estas en peligro de cerrar por las condiciones que se está teniendo especialmente en el tema de la inseguridad.
Y la carne también subiría…
El incremento de las tarifas de luz y precio de gasolina puede repercutir directamente en el costo del kilogramo de carne, lo cual, lejos de ser favorable ocasionaría un fuerte golpe en su comercio, afirmó Antonio Reina Ramírez representantes de carniceros.
El tablajero expresó que en los últimos meses la vendimia ha bajado más del 50 por ciento, al punto en que muchos comercios han tenido que cerrar por falta de clientes, o sólo abrir ciertos días de la semana.
Respecto al incremento del precio de la gasolina y tarifa eléctrica, explicó que esto va a repercutir en los precios de la carne ya que es un gasto extra que realizan en el transporte del producto, así como la manutención del cual, ya que es necesario tener la carne refrigerada todo el tiempo, para evitar que ésta se eche a perder.