Kendall Jenner, hermana menor de Kim Kardashian, ha declarado este jueves en el juicio de un hombre al que se le imputa cargos por acoso y allanamiento. La modelo ha testificado que se aterró al ver al acusado seguirla hasta la entrada de su casa en Hollywood Hills y que golpeó repetidamente en la ventana de su coche de camino a la vivienda.
A sus 20 años, la modelo añadió que comenzó a hacer llamadas a familiares y amigos presa del pánico y que no se recuperó hasta que llegó la ayuda. «Nunca he estado tan asustada en mi vida», dijo Jenner al jurado de Los Ángeles en la causa contra su supuesto acosador, McKenzie.
Jenner ha reconocido al hombre sentado en el banquillo como la persona que la abordó dos veces mientras conducía y que posteriormente la siguió hasta su casa. Más de una hora ha durado el testimonio que la modelo ha hecho sobre McKenzie, de 25 años, detenido y acusado de allanamiento de morada y acoso.
Si al final sale culpable, McKenzie se enfrentaría a una pena de hasta seis meses de cárcel por no tratarse de la primera vez en la que invade una propiedad privada. Su abogado ha alegado que su cliente sufre un grave trastorno mental y que el único motivo por el que siguió a la modelo fue para hablar con ella.
Jenner alegó que la primera vez que vio al acusado, este se encontraba sentado en la calle frente a su casa de Hollywood Hills el mismo día en el que fue acosada y que incluso la estrella se negó a abandonar el coche a pesar de que el hombre ya había sido arrestado «estaba aterrorizada, literalmente traumatizada», explicó.
Tras el suceso, Janner se quedó a dormir varias noches en casa de su amiga Azoffs puesto que,«le era imposible conciliar el sueño estando sola en casa».
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