Una jueza de Louisville, Kentucky se molestó mucho cuando una acusada llegó a la Corte sin pantalones y le explicó que en la cárcel se negaron a darle una prenda de vestir.

La mujer afroamericana llevaba 72 horas detenida. Dijo que la capturaron así, solo con la camiseta y la ropa interior puesta y que no le hicieron caso cuando pidió unos pantalones. Tampoco le brindaron artículos de higiene.

Así la presentaron en la Corte de Distrito Jefferson.

Su delito fue que falló a un programa de desvío, al que fue remitida porque la sorprendieron robando por primera vez.

Tras escuchar a la detenida, la jueza hizo una mueca de disgusto e interrumpió la sesión. Pidió a los espectadores que consiguieran algo “cualquier cosa” para que se cubriera, pero no se ve a nadie reaccionar ante la cámara.

La funcionaria se disculpó, tomó el teléfono y cuestionó la situación a las autoridades de la cárcel. Tanto la falta de atención como el delito, por el que proponían 75 días en prisión.

Y dijo “Es un cargo de robo por primera vez”, mientras lanza una libreta a su escritorio y escucha con incredulidad ”¿75 días? No, no le vamos a dar eso”.

La jueza consideró que los tres días que pasó en la cárcel fueron suficientes para pagar su delito y solo le impuso una multa de $100 dólares.