MÉXICO.- La senadora mexicana Jesusa Rodríguez del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha protagonizado sonadas polémicas porque asegura que “no se calla lo que piensa”.
La conquista, la marihuana, el clítoris o la igualdad entre humanos y animales son algunos de los temas que han colocado a Rodríguez en el centro de varias controversias que la han incitado, además, a seguir comentando de todo.
Rodríguez afirmó que “no es común que los católicos sean inteligentes” y respaldó la petición de López Obrador de que el rey de España, Felipe VI, se disculpe por los abusos cometidos por los españoles durante la conquista de México “y que devuelvan lo que se robaron”.
Con una carrera de más de 40 años como dramaturga, directora de teatro, actriz, artista, poeta, cabaretera y activista social, Rodríguez ha aprovechado “las tablas” que ha acumulado en el arte para aplicarlas a la política.
“Soy responsable de cada uno de mis pensamientos, siempre he sido una persona que no puedo callarme lo que pienso”, apunta Rodríguez a Efe en una entrevista en la que luce su indumentaria indígena fabricada de tela de manta que contrasta con la vestimenta de sus colegas del Senado.
“Como he vivido en un país donde todo se calla y en una sociedad que te dice: ‘haz lo que quieras, pero que no se sepa, que no se note’, entonces yo me rebelo contra eso”, agrega.
Para ella, los seres humanos deben ser “francos, abiertos y sinceros” porque “lo otro crea muchos vicios”.
Asegura que su problema es que habla con total franqueza “y eso se toma con una gran radicalidad o se distorsiona, a tal punto que ‘termino diciendo algo que no dije’ y eso es lo que se juzga o se celebra”.
Hace una semana, tras un foro sobre marihuana, la senadora relacionó la cannabis con la sexualidad femenina.
“Hace apenas 20 años las mujeres sabemos cuál es la anatomía del clítoris (…) antes no sabíamos cómo usarlo, lo mismo pasa con la marihuana, hay una desinformación absolutamente programada de manera que la gente no sepa las maravillas que la planta puede tener para una sociedad cuando está bien regulada”, afirmó.
“Lo importante es si de verdad se provoca una reflexión sobre ciertos temas o no se provoca” y pone como ejemplo el asunto del clítoris porque “en México de eso no se habla y tiene muchas implicaciones para las mujeres que ese tema no se toque”, añade.
Una semana antes, Rodríguez recordó que el 14 de marzo de hace 500 años “comenzó la conquista del territorio continental de México” acto con el cual la religión católica “fue impuesta a sangre y fuego por fanáticos y asesinos que venían a depredar nuestro territorio y nuestra cultura”.
Apuntó que los españoles “nos trajeron una dieta violenta” y la conquista que se consumó el 13 de agosto de 1521 con la caída de la gran Tenochtitlán.
“Ese fue el primer día que se comieron tacos de carnitas en este país (…) los españoles traían los cerdos y los mexicanos la tortillas. Recuerda: cada vez que comas tacos de carnitas estás festejando la caída de la gran Tenochtitlán”, expuso en un vídeo.
Ante tales comentarios la senadora dijo que lo importante es la reflexión que dejen esos temas y que ha llegado el momento en el que en México haya una agenda “más progresista”.
“No puede ser que a estas altura todavía se estén discutiendo temas como el aborto, la legalización de marihuana”, apunta Rodríguez, quien como activista social apoya movimientos ecologistas, feministas y derechos de la comunidad LGBT.
“Somos una sociedad que de pronto regresa, que no quiere avanzar y yo digo que vayamos para adelante y si eso me va a costar una critica muy grande ya estoy acostumbrada porque he acumulado desprestigio toda mi vida y no ha sido fácil, me ha costado mi esfuerzo”, indica.
Rodríguez, quien llegó al Senado como suplente de la actual secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, cuenta que su entrada en política fue por la “indignación” de lo ocurrido en las últimas décadas en México, con la escalada de violencia como protagonista, y porque siempre ha tratado de aplicar el arte a la realidad.
Además de que siempre le ha interesado parodiar a los políticos mexicanos, quienes siempre le han parecido “muy acartonados” algo que le hizo decir que este país la política “es muy almidonada”.
Recuerda que como actriz hizo durante muchos años farsa política, ese género que se parece al cabaret alemán, “pero ahí la política es el tema que toma el arte, pero el arte de la política es otra cosa”.
Agrega que existen muchas similitudes en la política y el teatro y que en ambas “se trabaja tras bambalinas” y luego los actores aparecen en escena como si no se hubiera hecho nada atrás del escenario “como si todo fuera en el momento, como en el teatro, que a veces te estás muriendo pero sales a escena y estás perfecto”.
A pesar de su limitado roce con “viejos lobos de mar” en la política, Rodríguez, una recalcitrante impulsora del nuevo gobierno en México, dice que dentro de la transformación que lidera el López Obrador a ella le tocó “el papel” de estar en el Senado.
“No pedí estar aquí, no fui a decir: ‘yo quiero estar ahí’, pero siempre supe que si íbamos a llegar, si este momento por el que habíamos luchado tanto, llegaba, yo estaba dispuesta hacer lo que dijeran para aportar donde sea y si estoy aquí es por algo y pienso poner la vida en ello”, finalizó.
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