TOKIO.- Las sirenas del llamado sistema “Alerta-J” sobresaltaron hoy a millones de japoneses recordándoles que tras décadas de paz en su territorio, la nación se encuentra ahora en una pugna cada vez más inquietante con la vecina Corea del Norte.
“¡Han lanzado un misil! ¡Han lanzado un misil! Acuda a los refugios”, fue el aviso que muchos de ellos recibieron en sus teléfonos móviles en torno a las 6:02, cuando todavía intentaban desperezarse. “Hace poco tiempo un misil ha sobrevolado esta zona. Si encuentran objetos sospechosos, por favor, no se acerquen y llamen inmediatamente a la policía o los bomberos”, añadían los mensajes.
Vídeos colgados por los residentes mostraban calles vacías atronadas por las advertencias de los altavoces. Varias compañías de metro y trenes como los famosos Shinkansen interrumpieron brevemente sus servicio en el este y el norte del país, los colegios de la isla de Hokkaido decidieron cerrar sus puertas, y las televisiones y radios interrumpieron su programación habitual para quedar dominadas por las noticias vinculadas al ensayo de misiles.
Según los medios locales, mientras que una parte de la población decidió seguir las instrucciones y buscar refugio, otros -como un grupo de 15 barcos de pesca de la citada Hokkaido- optaron por ignorar la contingencia. Aunque recibieron los avisos oficiales, sólo cinco navíos optaron por regresar al puerto. El resto siguió pescando.
El lanzamiento de un misil norcoreano que sobrevoló hoy el territorio norteño de Japón a la altura de Hokkaido amenaza con desatar una nueva escalada cuando la región intentaba olvidar el intercambio de retórica incendiaria entre Corea del Norte y el propio presidente de EU, Donald Trump, que se registró hace pocas semanas.
“Todas las opciones están sobre la mesa” con Corea del Norte, ha dicho hoy el presidente de EU, Donald Trump. “El mundo ha recibido el último mensaje de Corea del Norte alto y claro”, ha añadido.
Tokio reaccionó de forma airada y su primer ministro Shinzo Abe dijo que se trata de “una amenaza sin precedentes, grave y muy seria”. El jefe del ejecutivo mantuvo una conversación con Trump y ambos países decidieron solicitar una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. “Está claro que Corea del Norte no tiene intención de dialogar, es hora de aumentar la presión”, exigió Abe. El Gobierno que lidera ya había reclamado hace días un incremento récord de su presupuesto militar destinado en gran parte a aumentar sus sistemas antimisiles.
Lo ocurrido provocó una oleada de condenas internacionales, incluida la de China -principal soporte financiero de Corea del Norte-. Pyongyang replicó por boca de su embajador en Ginebra (Suiza), Han Tae-song, quien defendió el “derecho de su país a responder con contramedidas” y ejercer “la autodefensa” en referencia a las maniobras que actualmente realizan decenas de miles de soldados de EU y Corea del Sur en las proximidades de su territorio.
Pero la ciudadanía japonesa volvió a constatar en esta jornada que tan sólo tiene algunos minutos para decidir cómo actuar ante el riesgo que enfrenta. En este caso, menos de los 14 minutos que duró el vuelo del misil que recorrió 2.700 kilómetros a una altura media de 550 -pasó por encima de Japón a unos 200- y cayó en el Océano Pacífico a 1.180 kilómetros de las costas japonesas, en pleno Océano Pacífico.
Según las autoridades niponas la pasada primavera, el tiempo estimado para que un misil norcoreano haga impacto en su capital, Tokio -donde residen 13,5 millones de habitantes- no sería superior a los 10 minutos.
La situación es todavía más acuciante en Osaka, donde viven 2,6 millones de japoneses, y en la que su alcalde, Hirofumi Yoshimura, reconoció que la que es la tercera ciudad del país podría ser alcanzada por los cohetes en poco más de cuatro minutos. “Es una amenaza muy significante, porque Tokio y Osaka constituyen el corazón económico de Japón”, explicó en una conversación telefónica el politólogo Stephen Nagy, un politólogo de la Universidad Internacional Cristiana de Tokio.
Esta nueva situación ha propiciado una creciente preocupación en el país y son ya casi una decena de ciudades japonesas las que han realizado evacuaciones simuladas desde que uno de los cohetes norcoreanas alcanzó la zona marítima exclusiva de la nación asiática en marzo. Al mismo tiempo, las empresas que construyen refugios atómicos han registrado un incremento abrumador de peticiones en este sentido.
Firmas como Oribe Seiki Seisakusho, con sede en Kobe, explicaron a la agencia Reuters que desde la primavera han vendiendo decenas de purificadores y están construyendo emplazamientos protegidos para empresas y familias que pueden llegar a costar más de 200 mil euros.
Actualmente la población japonesa depende del referido sistema J establecido por las autoridades que consiste en la activación de sirenas y avisos a través de la TV, radio y mensajes a teléfonos móviles en los que se solicita a la población que huyan a los refugios. El gobierno distribuyó en abril una guía de actuación ante posibles situaciones de emergencia donde ya incluía la amenaza de los misiles balísticos.
“Es extremadamente difícil poder indicar la zona de caída de un misil antes de su lanzamiento. Se estima que el cohete caerá a tierra en un espacio muy corto de tiempo. Escapen a un lugar cubierto, un edificio robusto o un centro comercial subterráneo cercano”, aclaraban aquellos documentos, donde también se daban consejos ante la posibilidad de que esos proyectiles estuvieran equipados con armas químicas o cabezas nucleares.
“Cúbrete la cabeza con la chaqueta, la boca y la nariz con un pañuelo y escapa del lugar de la explosión. Una vez en casa quítate la ropa contaminada, ponla en bolsas de plástico dentro de un contenedor y séllalo. Después lávate las manos, la cara y todo el cuerpo con jabón”, refería la circular, ilustrada con dibujos y diagramas. Según el diario Asahi Shimbun, ésa fue la primera ocasión en la que Tokio alertaba a sus ciudadanos sobre cómo reaccionar ante ataques enemigos desde la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.
Japón descubrió en 1998 que se encontraba al alcance de los cohetes norcoreanos cuando un Taepodong-1 sobrevoló por primera vez su territorio generando otro escándalo mayúsculo. Los analistas en aquel entonces estimaron que ese proyectil ya podía transportar una cabeza equipada con una ojiva nuclear de mil kilos o una carga similar de armamento químico o convencional.
Aunque Pyongyang aseguró que se trataba del lanzamiento de un satélite, el hecho provocó una enérgica reacción internacional que forzó al entonces dirigente, Kim Jong-il, a decretar una moratoria en las pruebas de misiles en 1999. Curiosamente, aquella crisis fue seguida de un periodo de varios años de distensión en la Península que sólo concluyó en 2003, tras la llegada al poder del republicano George Bush.
Corea del Norte volvió a repetir el gesto en 2009, cuando un Unha-3, sobrevoló la principal isla de Japón, y en 2012 y 2016, aunque estos últimos casos los cohetes pasaron por encima de las islas Ryukyu, al sur del país. En teoría todos ellos estaban asociados a la carrera espacial norcoreana, pero este último es un misil balístico diseñado únicamente para atacar un objetivo.
Para el experto Ankit Panda, de la publicación especializada The Diplomat, éste es “quizás el lanzamiento más provocativo que ha protagonizado Corea del Norte en su más de tres décadas de ensayos” de este tipo de armamento. Sobrevolar Japón con un misil diseñado para transportar una carga nuclear de amplio tamaño es algo sin precedentes”. Panda afirmó este martes que la Administración norteamericana tenía conocimiento de que Corea del Norte se disponía a realizar esta prueba y se preguntó la razón por la que los sistemas antimisiles instalados en destructores y las baterías que hay sobre el territorio de Japón no intentaron interceptar el proyectil.
El ministro de Defensa japonés, Itsunori Onodera, respondió a estos cuestionamientos diciendo que el ejército local analizó la trayectoria del cohete -que sobrevoló durante dos minutos el territorio nipón- y confirmó que no iba a caer sobre él.
“Al anticipar la trayectoria, EU y Japón pueden haber considerado que no era una amenaza inmediata. Pero es cierto que EU tiene que desplegar más sistemas antimisiles si no quiere perder la confianza de Japón y de Corea del Sur”, precisó Stephen Nagy.
El proyectil fue disparado desde Sunan, donde se encuentra ubicado el aeropuerto internacional de Pyongyang, en lo que también constituye un hecho inédito. “La opción de lanzar un misil todavía en fase de desarrollo y con un 75% de fallos hasta la fecha en medio de una zona densamente poblada” indica que las autoridades norcoreanas mantienen “una gran tolerancia hacia los riesgos”, agregó Ankit Panda.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!