PARÍS.- Jannik Sinner reconoció que es “imposible” arrebatarle el trono mundial a Carlos Alcaraz antes de que concluya la temporada 2025, por lo que prefiere no perder energía en una meta que, asegura, no está en sus manos.

El italiano, quien cedió la primera posición de la clasificación de la ATP a Alcaraz en septiembre, zanjó el debate antes de comenzar su participación en el Masters 1000 de París-Bercy.

Es imposible. Honestamente, no pienso en ello por ahora, será un objetivo para el año que viene”, declaró Sinner. “El desenlace del duelo por el número uno mundial no está entre mis manos”, insistió el italiano, quitándose presión.

Aunque la brecha es de menos de 1000 puntos, el panorama es complejo. Sinner necesitaría una actuación estelar en París y esperar un tropiezo temprano de Alcaraz. El escenario se complica aún más de cara a las Finales ATP de Turín, donde el italiano defenderá los 1500 puntos como campeón de 2024, mientras que Alcaraz defiende una cantidad significativamente menor tras su eliminación en la fase de grupos del año pasado.

Si observo de forma general mi temporada, hemos logrado cosas increíbles, y mi único deseo es terminar el año de la mejor manera posible”, declaró Sinner.

Este 2025 ha sido dominante para él, sumando el Australian Open en enero y Wimbledon en julio. Su palmarés reciente también incluye el ATP 500 de Viena, conquistado apenas el domingo pese a sufrir calambres en el tercer set. “No he tenido mucho tiempo para recuperar”, admitió, aunque aseguró estar en buenas condiciones físicas para el reto parisino.

Sin embargo, el Masters 1000 de París-Bercy representa un historial irregular para Sinner. Su mejor actuación data de 2023, cuando alcanzó los octavos de final. “Nunca he jugado bien aquí”, confesó con franqueza. “Este año espero poder cambiar ciertas cosas”.

El torneo, último de la categoría antes de las Finales ATP, ofrece 1000 puntos al campeón y será clave. Sinner llega como uno de los favoritos, pero su tenis agresivo en las rápidas superficies indoor de París será puesto a prueba por rivales como el propio Alcaraz o Novak Djokovic.

Viena demostró su resiliencia, y esa mentalidad ganadora será vital en París. Aunque Sinner aplaza la meta del N.1 para 2026, París y Turín ofrecen la oportunidad de redondear una temporada ya histórica, buscando cerrar el año con sensaciones positivas como el referente a batir en el futuro cercano del tenis varonil.

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