SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- Un grupo de indígenas intentó retener a Claudia Orantes, esposa del alcalde de este municipio, Marco Antonio Cancino González, cuando pasó por la plaza Catedral y supuestamente encaró a los manifestantes que se mantienen en plantón desde hace varios días.

La versión de los indígenas es que Claudia Orantes les pidió que se retiraran del lugar a donde el papa Francisco arribará el próximo lunes, para reunirse con 500 enfermos y 500 ancianos en la Catedral.

Pero cuando las cosas parecían salir de control, la presidenta del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) trató de huir del lugar, por lo que se registró una persecución por un trecho de 100 metros desde la curia diocesana, ubicada en la calle 5 de febrero, hasta las inmediaciones del teatro Zebadúa, con el fin de retenerla.

La mayoría de los indígenas desconocieron que la mujer que trataban de retener se trataba de la esposa del alcalde Cancino González, pero un grupo de ellos, de la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ), que sí la identificó, intentó detenerla.

Los hechos ocurrieron a las 10:00 horas de este jueves, cuando supuestamente Claudia Orantes, que ya fue diputada local, pasaba por el lugar, para comprar un vestido en una de las tiendas del lugar, según informó un funcionario local.

Por su parte, un líder de los indígenas, que no se identificó, pidió a sus correligionarios no caer en provocaciones y declaró que estaban en plantón para pedir la solución a sus demandas, “pero no para caer en confrontaciones con los ciudadanos”.

“Yo no ofendí a nadie, simplemente pedí de favor que no pintaran la Catedral. No estoy ofendiendo a nadie”, decía la presidenta del DIF, que con su esposo integra una familia protestante que asiste a la iglesia La gran roca, de corte pentecostés.

“Entonces compañeros, la instrucción directa es no caer en ningún tipo de provocación (…) No estamos aquí para pelearnos con la gente. La instrucción es que regresen al área del plantón y vamos a tener una reunión”, señaló el líder indígena.

Funcionarios del ayuntamiento llegaron de inmediato al lugar, para sacar de ahí a Claudia Orantes, la cual, no obstante, se resistía a retirarse, al asegurar que “yo no ofendí a nadie”.

El ayuntamiento no ha dado una versión de los hechos que ocurrieron esta mañana.

En la plaza Catedral se encuentran indígenas prozapatistas del municipio de Zinacantán, que piden el regreso de un grupo de desplazado.

También unos 150 indígenas tzeltales de Chanal, que piden instalar un concejo municipal en ese lugar; militantes de la OCEZ de Venustiano Carranza y miembros de la Asamblea Popular de los Altos de Chiapas (Apach).

Los grupos indígenas advirtieron desde la semana pasada, que temían ser desalojados del lugar, pero expusieron que llegaron a instalarse en plantón en la plaza Catedral, “para ser escuchados” por las autoridades.

Un grupo de militantes de la OCEZ que estaba en la plaza Catedral, se trasladó hacia las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), donde pidió “refugio” ya que teme ser echado de la plaza.

La OCEZ-Región Carranza declaró que después de 40 años, sus militantes han sido asesinados, desarraigados y despojados de sus tierras, como ocurrió con un grupo de sus militantes del municipio de Chicomuselo el pasado 17 de octubre del 2015, que fue atacado a tiros por parte de un grupo armado presuntamente liderado por un guatemalteco.