La aversión al riesgo por parte de los inversionistas fortalece al dólar en los mercados cambiarios internacionales, donde el peso mexicano es una de las principales víctimas.
El dólar al menudeo cerró este jueves en 19.65 pesos en ventanillas bancarias, logrando un máximo histórico al subir nueve centavos.
Ante un fin de semana largo, producto de las fiestas patrias en el país, es probable que los inversionistas locales hayan incrementado su demanda por dólares, para cubrirse ante una mayor depreciación del peso frente al dólar en un ambiente de baja liquidez y creciente incertidumbre.
Desde mediados de la semana pasada la divisa mexicana ha venido perdiendo terreno frente al billete, producto fundamentalmente de tres factores que han puesto nerviosos a los mercados:
Uno es que se han incrementado las posibilidades de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales del 8 de noviembre, luego de que el fin de semana pasado se dieron a conocer noticias sobre un deterioro en la salud de la candidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton.
Otro factor que ha fortalecido al dólar es la baja de los precios internacionales del petróleo, luego de que la OPEP ajustó al alza en 200 mil barriles diarios la previsión de producción para países no miembros que corresponde a 2017; además de que la Agencia Internacional de Energía proyectó que la producción petrolera continúe creciendo. El precio del WTI cerró la semana con una pérdida de 4.38%, cotizando en 43.91 dólares por barril.
Finalmente, aunque la probabilidad implícita de que la Fed suba su tasa de referencia el próximo miércoles 21 de septiembre bajó a 18%, no se puede descartar la posibilidad de un incremento a la tasa de referencia, por lo cual existe una mayor demanda especulativa por dólares que se mantendrá hasta que se dé a conocer la decisión del Comité Federal de Mercado abierto la próxima semana.
Adicional a lo anterior, existen otros factores, como la difícil situación económica y política en Brasil, que de manera indirecta impacta sobre el peso mexicano que debido a su gran liquidez se ha convertido en un instrumento para cubrir las pérdidas en otras divisas como el real.
En medio de todos estos factores los mercados cambiarios han entrado en una fase de gran volatilidad que se estima continuará en lo que resta del presente, donde el tipo de cambio peso-dólar podría seguir registrando nuevos récords.
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