México.-La mayoría de los religiosos están en contra de que en México se introduzca la regla del default para que los cuerpos de aquellos que en vida no hayan rechazado donar sus órganos, éstos les sean extraídos y entregados a quienes los necesitan; las reacciones surgieron luego de que el director del IMSS, Mikel Arriola, informó que se presentará una reforma con dicho objetivo.
Esta iniciativa puede contravenir la ideología de algunas de las religiones que se profesan en México, ya que, a pesar de que en su mayoría están a favor de la donación de órganos (solo en casos de los judíos y ortodoxos se requiere asistencia espiritual para tomar esta decisión), no ven viable que se acepte tomar “lo que se necesite” de un cuerpo sin vida solo porque lo señala una ley.
El padre Hugo Valdemar, director de comunicación de la Arquidiócesis de México, calificó de “insensata” esta propuesta; además consideró que es una situación muy delicada sobre todo en un país “donde no hay una cultura de la donación”, por lo tanto, crearía “más problemas que soluciones (…) No se arregla un problema creando otro”.
Destacó que “tomar a la fuerza” un órgano y sería un abuso, pues, aunque una persona esté muerta, su cadáver merece respeto. Señaló que en lo que hay que trabajar es en educar y crear una cultura de donación en la gente y convencer a las personas que es un “acto generoso” hacia otro ser, “que, incluso, se considera cristiano y es recomendable”, concluyó.
Abraham Tobal, rabino principal de la comunidad Monte Sinaí del judaísmo ortodoxo, enfatizó que ve con “buenos ojos” todo lo que se haga para salvar otra vida, pero en términos medios y no en extremos, como sería tomar los órganos sin consentimiento previo.
Señaló que sí se debe contar con la autorización de una persona para donar, siempre y cuando sea para salvar a alguien y no se aceleré la muerte del donador.
“No se puede hacer arbitrariamente sin consultar, porque no es correcto”, señaló el rabino Abraham Tobal.
En tanto, Irving Gatell, colaborador de Enlace Judío y profesor de historia de esta religión, comentó que dentro de las comunidades más liberales cabe la posibilidad de que no tengan problema con esta reforma, “pero en México el sector tradicional es abrumador”, por lo que sí puede haber grupos que se pueden oponer por considerarlo “una intromisión” en un aspecto que “para nosotros es muy sagrado”; incluso se puede prever un recurso legal que puede llegar a controversia constitucional al amparo de las leyes que garantizan la libre práctica religiosa en México, concluyó.
En tanto, Muhammad Ruiz Al Meksiki, imam y director general del Centro Salafi de México, dijo que es incorrecto hacer las cosas “a la malagueña” solo porque se estableció una legislación.
“El ser humano, en vida, es el que tienen que decidir si va a donar órganos o no y no por default”; ir en contra de su decisión es como oponerse a sus derechos humanos, sobre todo cuando, de acuerdo a las fuentes del Islam que son el Corán y la Sunnah, sí está permitida la donación de órganos, pues “salvar un ser humano es como salvar a toda la humanidad”.
Por su parte, el archimandrita Andrés Marcos, vicario arzobispal de la Iglesia Ortodoxa Antioqueña, comentó que no tienen una opinión dogmática doctrinal respecto a dicho tema, toda vez que es un asunto “muy personal” y que solo se necesita oración, ayuno y guía espiritual para decidir tanto donar como recibir el órgano; sin embargo, están en contra de “obligar un trasplante”, toda vez que la vida es la unión del cuerpo con el alma, la muerte es la separación y realmente no se sabe cuándo es que el espíritu deja el cuerpo.
Por otro lado, Arturo Farela Gutiérrez, representante de las Iglesias Cristianas Evangélicas, fue puntual al decir que para ellos no representaría problema alguno que se haga uso de sus órganos sin el documento que lo confirme y que, por el contrario, traería claridad y certeza a la legislación.