NUEVO LAREDO.- Desde el 26 de noviembre del año pasado, Dunia Rodríguez Hurtado, su esposo y suegro, salieron huyendo de la opresión de Cuba, con la esperanza de cruzar a los Estados Unidos y prosperar con una vida libre y pacífica, sin embargo las inclemencias vividas en la selva atentaron contra su salud y llegó a Nuevo Laredo con poca movilidad en sus brazos.
Atravesando charcos, lodo, montes y bajo las intensas lluvias de la selva, Dunia quien padece deformación en los huesos, comenzó a sentir un dolor intenso en su brazo derecho, dándose cuenta que estaba perdiendo la movilidad de su muñeca.
Al llegar a Tapachula Chiapas, un grupo de médicos la auxiliaron enyesándole el brazo, pero lamentablemente esto no ayudó.
Al salir rumbo a Nuevo Laredo se dio cuenta que tenía dislocada la muñeca y que el otro brazo comenzaba a presentar fuertes dolores que hasta el momento no cesan y le impiden moverse con normalidad.
“Es muy difícil. No sé si llorar, si aguantarme, si gritar de desesperación. Es tan difícil. Dejar a tu familia, toda tu vida y llegar al limbo. Esto te hace valorar las cosas y darte cuenta que si ayer estabas bien, hoy todo es diferente, y no hay un mañana asegurado, pero intento no perder la fe”, dice entre lágrimas.
Alrededor de las 7:00 am de este jueves Dunia llegó a la frontera, con la esperanza de ingresar a Estados Unidos y la necesidad de una atención medica, porque asegura que con el pasar de las horas el dolor en sus huesos se intensifica, y aunque por el momento no puede sanar sus heridas internas y el sufrimiento de haberlo dejado todo, espera que alguien pueda apoyarla y atender su necesidad médica.
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