En el campamento de la “Jungla” de Calais, donde miles de migrantes viven hacinados en la costa del norte de Francia esperando cruzar al Reino Unido, hay actualmente 9.000 personas, es decir 2.000 más que el mes pasado, informaron este viernes dos asociaciones que trabajan en el lugar.
Entre las 9.106 personas contabilizadas por las asociaciones Auberge des Migrants (Albergue de los Migrantes) y Help Refugees (Ayuda a los Refugiados) en las diferentes zonas del campamento hay 865 menores, de los cuales 676 no están acompañados.
El Estado francés, que siempre ha dudado de las cifras de las asociaciones, sostiene que hay unos 4.500 migrantes viviendo en el campamento, según un censo efectuado el 13 de junio.
Las dos oenegés sostienen que “ya no hay lugar para instalar las carpas para los recién llegados” y que “la proximidad hace que los riesgos de incendio sean considerables”.
Las asociaciones también han afirmado que el ambiente en la “Jungla” es muy tenso, ya que las estructuras habilitadas por las organizaciones están desbordadas.
En tanto, este viernes un tribunal administrativo de Lille, en el norte de Francia, rechazó una petición del Estado para cerrar 72 comercios informales que funcionan en el precario asentamiento.
El juez Jean-François Molla no negó que los comercios “no cuenten con ninguna autorización administrativa” y que algunos “no respetan las normas sanitarias más elementales”, pero indicó que “las tiendas, cafés y restaurantes cumplen otras funciones” más allá de la alimentación de los migrantes.
Estos lugares “constituyen un lugar de encuentro tranquilo entre los migrantes y los voluntarios”.