NUEVO LAREDO.-Ante la falta de espacios de recreación y diversión para las personas de la tercera edad, Laura Ávila Nogueira y su esposo Cecilio Arrellano Hernández fundaron hace 7 años el Grupo de Danza “Los Chicos Malos” a través del cual pueden disfrutar del baile y compartir su alegría por la vida.
“Sí me duele algo, pero aquí se olvidan las presiones, los dolores, todo bailando, es un desestres que uno tiene. Aquí venimos todos los viernes mientras Dios nos lo permita”, manifestó al referirse al programa “Tardes de Danzón” que cada viernes se efectúa en la Plaza Juárez.
“Antes de la pandemia estaban los bailes del Centro Cívico los sábados y posteriormente por la pandemia se suspendieron. A raíz de que ya se volvió abrir al público y todo, en febrero empezaron el nuevo gobierno a reactivar el Centro Cívico, lo cual nosotros agradecidísimos con Carmen Lilia y con el ingeniero Roberto de Turismo por ese espacio que abrieron para todos nosotros, pero especialmente los adultos mayores que somos los que venimos aquí a pasar un rato agradable”, mencionó.
Dijo que a sus 71 años, a pesar de la situación que atraviesan por padecer su esposo cáncer, ellos no faltan al baile y a la convivencia que logran tener con las personas que asisten a estos eventos.
“Nosotros tenemos un Club Los Chicos Malos, malos de la rolilla, de todo, por eso somos “Los Chicos Malos”, mencionó bromeando.
Por su parte, don Cecilio feliz recordó cómo esta iniciativa de iniciar los bailes y posteriormente crear el club de baile tuvo muy buena respuesta por parte de las personas de la tercera edad.
“Como íbamos a bailar al Centro Cívico y en diciembre se suspendían los bailes, se me ocurrió invitarlos a mi casa y ahí se fundó el club de “Los Chicos Malos”, muchos decían que no eran malos, pero sí estaban malos de la rodilla, de la diabetes, algo les dolía y así agarraron la onda”, comentó.
“Yo esperaba unas seis parejas, pero se fueron comunicando y fueron apareciendo más, en ese tiempo nadie se conocía y se empezaron a conocer y llegaron 50 personas, muy apenas y cabían en la casa por eso tuve que desocupar la sala y el comedor para que cupieran”, señaló.
El matrimonio mencionó que este “Día del Abuelo”, ellos lo festejaron el sábado en la casa de un familiar y el domingo rodeados de su familia en su hogar, acompañados de sus nietos.
“Hay que vivir un día a la vez, hay que olvidarse de todo, hay que vivir un día a la vez con alegría y mucho optimismo, mi esposo tiene cáncer y sin embargo, aquí andamos y no es un ejemplo, pero sí les decimos a los jóvenes que siempre se puede mientras uno quiere, mientras haya vida hay que vivirla al máximo bien, sin perjudicar a nadie y lo más alegre que se pueda”, concluyó.
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