A fines de 2017 pueden verse de seis a 10 nuevas empresas que van a operar gasolineras en México, que se sumarán a la que tiene BP, pero la importación del combustible avanzará en la medida en que se desvanezca el papel monopólico de Pemex, aseguró el presidente del Comité de Energía de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Daniel Vázquez.
Explicó que en la medida en que las empresas puedan importar combustibles se verán mejores precios, pero “la diferencia será de centavos” como en cualquier otro país.
En entrevista, dijo que la competencia entre las empresas se verá más porque las nuevas marcas ofrecerán litros completos, mejor calidad del combustible que podrán ver los automovilistas en el hecho de que tendrán menos problemas de afinación.
“De aquí a fin de año vamos a ver un buen porcentaje de gasolineras de otras marcas”, afirmó. Hay muchos interesados en el país, como Chevron, Exxon Mobile, Gulf, Onexpo, Shell, entre otras que planean invertir miles de millones de dólares, agregó.
El atractivo del mercado mexicano es que el consumo de gasolinas aumenta anualmente entre 2% a 3%, tendencia que se espera siga en los próximos ocho años.
Aunque actualmente existen permisos para importar gasolinas al país, aún no se utilizan porque las firmas deben esperar a que se les dé acceso a la infraestructura de Pemex.
Por eso, en la medida en que se aceleren los resultados de la reforma y disminuya el papel monopólico de Pemex se va a poder ver mayor competencia en el país.
“Hoy cualquiera puede pedir permisos para importar, hay 600 permisos, pero no se usan porque hace falta la infraestructura. De nada sirve el permiso si no hay capacidad de ductos, transporte y comercialización de la propia empresa. Por eso la importancia de las subastas de Pemex en la llamada temporada abierta, en la que se ponen a disposición la infraestructura para transportar de la petrolera”, expuso.
La situación actual es que Pemex tiene un monopolio de la infraestructura para transportar, almacenar y comercializar, pero “desafortunadamente lo liberado es muy poco”.
Aunque se pondrá a disposición de las empresas privadas infraestructura de Pemex, es poco, si se considera que 40% de la gasolina que se vive en México se importa.
Vázquez también dijo que al mercado le preocupa el tiempo que tardará Pemex en darles acceso a la infraestructura, por lo que esperan se agilice la temporada abierta.
Las empresas nacionales y extranjeras empezarán a invertir en infraestructura para transportar combustibles, poliductos y terminales de almacenamiento, pero no son obras que se ejecuten en un mes, sino que tomaran tiempo.
Vázquez dijo que las grandes firmas petroleras tienen interés de participar en la producción de petróleo en la región sur del país y en aguas someras, y en aquellos lugares con gran potencial, y “no solamente en los bloques donde no le interesa a Pemex invertir”.
Agregó que si se quieren acelerar los resultados de la reforma energética hay que implementar más asociaciones con Pemex, llamadas farmouts, y más alianzas considerando que no hay capacidad económica.
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