CUERNAVACA, Mor., enero 5.- El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, dijo que detrás del alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, hay gente interesada en que los grupos criminales vuelvan a tomar control de la plaza, pero afirmó que eso no va a suceder.
Aseguró que, de acuerdo con reportes de inteligencia, es la delincuencia organizada la que rechaza el mando único en Cuernavaca a través de “actores sin experiencia política”.
Graco Ramírez señaló directamente como algunos de los implicados en esa oposición a Federico Figueroa, hermano del fallecido cantante Joan Sebastian; al titular de la policía municipal, Carlos de la Rosa Segura; al secretario general del ayuntamiento, Roberto Yáñez Moreno, y al diputado local Julio Yáñez Moreno.
Federico Figueroa, dijo, está interesado en regresar y hacer las actividades que realizaba antes: “bailes, palenques, fiestas, las cuales se realizaban para lavar dinero producto de actividades ilícitas”.
Figueroa ha sido señalado como presunto integrante del Cártel Guerreros Unidos, que opera en Morelos y Guerrero.
Detalló que Carlos de la Rosa Segura, titular de la Policía Municipal, renunció al PRD para apoyar a la candidata del PRI a la gubernatura del estado, pero poco después apareció con Blanco Bravo.
El mandatario dijo que como abogado, De la Rosa ha tenido estrecho vínculo con Federico Figueroa.
De los hermanos Yáñez Moreno, indicó que tienen una mala reputación. “Son propietarios de casas prendarias, compran joyería. Sus actividades son muy poco transparentes”.
Al preguntársele si no teme más atentados en contra de los alcaldes morelenses, dado que 31 de 33 ediles se han pronunciado en favor del Mando Único, admitió que no están descartadas “más acciones desesperadas” de los grupos criminales que pretenden recuperar el control de las policías.
Sin embargo, explicó que de entrada el esquema de Mando Único establece un protocolo para darles garantías de seguridad a todos los alcaldes, que consiste en instalar patrullas en los domicilios de los presidentes municipales, así como en escoltarlos durante sus traslados.
Graco Ramírez negó, además, que la imposición del mando único sea un “golpe de Estado al ayuntamiento”, como lo señaló Cuauhtémoc Blanco en la víspera.
“La imposición del Mando Único fue un acto constitucional, pleno de legalidad, que no tiene nada que ver con un golpe de Estado, ni con nada similar”, dijo a este diario el gobernador de filiación perredista.
Sobre las declaraciones del ex futbolista, en el sentido de que responsabilizaba al gobernador de lo que le suceda a él, su familia y su equipo de trabajo, el mandatario dijo que al alcalde no tiene por qué pasarle algo.
“En primer lugar yo no tengo intención de hacerle daño a nadie; en segundo, estamos atentos de que a nadie le suceda algo.
“Si él sufre de presiones o amenazas, pues entonces que haga la denuncia ante las autoridades correspondientes”, agregó Graco.
Reveló que la reunión con Cuauhtémoc Blanco ocurrió el sábado 2 de enero en Palacio de Gobierno y duró apenas 20 minutos.
“Le insistí durante la reunión que debemos hacer las cosas coordinadamente para lograr mejores resultados. Sin coordinación no se puede salir adelante, le indique”.
Agregó que al final de la reunión le dio su número telefónico y le dijo que le llamara en el momento u hora en que lo requiriera. “En todo momento le exprese que estaba a sus órdenes y le pedí que juntos sacáramos al municipio adelante.
Aseguró también que en aras de lograr la seguridad de Cuernavaca se reunirá con Blanco Bravo las veces que sea necesario. “Por supuesto, que lo haré”.
Al señalarle que el deportista aseguró que en su equipo todos son “ personas decentes y honradas”, el ejecutivo estatal respondió: “nosotros también somos decentes y honrados; si todos somos así, no tiene por qué haber diferencias”, dijo.