CUERNAVACA.- El gobernador Graco Ramírez calificó como la “Conspiración de la Corregidora” la reunión que presidió el obispo Ramón Castro con el alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, senadores, diputados de distintos partidos y el rector de la UAEM, Alejandro Vera, en la cual formaron un bloque opositor a su administración. Se juntaron “el hambre con la necesidad”, dijo el también presidente de la Conago en entrevista para Radio Fórmula. Más adelante, afirmó que la “conspiración” del obispo se debe a que fue evidenciado en un conflicto con mayordomos del municipio de Tepalcingo, por la distribución de limosnas obtenidas en la fiesta patronal en el tercer viernes de Cuaresma, y cuyas donaciones alcanzan los 8 millones de pesos.
El gobernador también dijo que comienzan a levantarse voces para exigir al obispo el uso de 75 millones de pesos que entregaron diputados federales hace dos años para arreglos de la catedral de Cuernavaca.
“En esas contradicciones el obispo llama a todos para que lo ayuden, con un rector altamente cuestionado por actos de corrupción, con un Cuauhtémoc Blanco que aspira a ser candidato, con Matías Nazario [diputado federal del PRI], que fue el jefe de prensa de Jorge Carrillo Olea, hoy diputado del PRI; y con algún personaje de ahí del PAN que traen alguna estrategia con Cuauhtémoc de ir juntos a la alcaldía con el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal”, afirmó.
Reacciones. La participación del obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, en el bloque “contra la impunidad” en Morelos, fue considerada por dirigentes políticos y empresariales como una actividad al margen de la ley.
“Hay que saber que el que convoca, hasta donde se sabe, pues está de alguna manera al margen de lo que podría considerarse el respeto riguroso de la ley”, dijo el dirigente estatal del PRI, Rodolfo Becerril Straffon.
“Creo que al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”, expuso el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Morelos, Juan Pablo Rodríguez Palau. Por su parte el diputado local del PAN, Víctor Caballero Solano, salió en defensa del prelado al señalar que “la figura del obispo es de calidad moral y cuando él nos convoca ahí estaremos en este compromiso y la razón de estar ahí fue un llamado a la unidad por Morelos”, dijo el legislador.
Quienes presenciaron la reunión aseguran que el obispo abrió los temas con casos de inseguridad pública cometidos en contra de feligreses. Becerril Straffon, presidente del PRI en Morelos, afirmó que la mesa de los invitados por el obispo refleja la realidad se vive en Morelos y confirma la animadversión con el gobierno actual en muchos ámbitos de la sociedad y de los actores políticos.
Juan Pablo Rivera, del CEE, opinó que si la intención de los participantes es trabajar contra la impunidad deben comenzar con el apoyo hacia el sistema local anticorrupción, cuya ley se discute en estos momentos en los cabildos de los 33 municipios del estado.
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