El poderío de Golden State por ahora no parece tener freno en la NBA. El equipo que rompió el récord histórico de rendimiento en la serie regular parece encaminarse a repetir el título del año pasado. En el segundo partido por las finales, superó con amplitud como local a Cleveland Cavaliers por 110 a 77 y dejó 2-0 la serie, que ahora tendrá acción en el Este.
Luego de un comienzo de cierta paridad, en el que Cleveland llegó a controlar el poder de tiro de los jugadores locales y cerró el primer cuarto 21-19 arriba, de a poco la precisión de los lanzadores fue abriendo una brecha en el resultado a favor de los Warriors.
Golden State incluso superó la ausencia momentánea, por necesidad, de Stephen Curry, quien debió ser relevado en buena parte del partido porque llegó pronto a las cuatro faltas personales. Pero a falta del mejor jugador del mundo, Draymond Green se erigió como un gran pilar en el goleo al llegar a 28 puntos (6-12 en dobles, 5-8 en triples y 1-1 en libres). Además, el brasileño Leandrino Barbosa desde la base también se mostró solido e hizo olvidar la salida de Curry, quien apenas jugó 24 minutos.