Adiós a esa racha de cinco partidos de liga sin perder y la posibilidad de sellar su clasificación a la Liguilla en esta jornada. Los Gallos Blancos encuentran en una obra de arte la forma de detener a las Águilas.
Yerson Candelo se enfiló hacia el área emplumada. Su velocidad contrastó con la lentitud de la zaga americanista que jamás pudo dar su paradero. Osmar Mares lo único que alcanzó a ver fue la espalda y el número del colombiano.
Una vez adentró del rectángulo resguardado por Hugo González, el ariete queretano engañó con un riflazo inclemente. Pero de sus botines salió una genialidad. Candelo picó el balón para hacer un “globito” hacia las redes (38’).
Estallido en el estadio Corregidora, porque esa diana significó una especie de resurrección de los Gallos Blancos y su sexto partido (cuatro triunfos en fila) sin perder con los azulcremas. La escuadra de Víctor Manuel Vucetich se resiste a la eliminación, al llegar a 16 unidades.
América intentó reaccionar con la posesión de la pelota, con intentos impetuosos, mas con ausencia de imaginación y contundencia. Las Águilas no se quedaban sin anotar desde la jornada 1 del Clausura 2016, cuando empataron sin anotaciones ante el Puebla.
Entre Oribe Peralta, Rubens Sambueza y Carlos Darwin Quintero lo intentaron pero el ataque azulcrema lució secó, como si se hubiese vaciado la semana pasada, cuando golearon 6-1 a Tijuana.