Tal vez no había pasado por nuestra mente pero Helga Pataki, uno de los personajes más queridos de la serie animada “Hey Arnold”, está inspirada en nada más y nada menos que la pintora mexicana Frida Kahlo.
Craig Bartlett, creador de la caricatura, que gozó de gran popularidad en nuestro país en los años noventa, confirmó al diario venezolano El Estímulo que Helga, eterna enamorada del protagonista, se basó en una fotografía de cuando Kahlo era niña, donde luce con un enorme moño, muy similar al del personaje de Bartlett.
Además, el realismo mágico de Gabriel García Márquez, es otro elemento presente en la serie. “Cien años de soledad y El amor en tiempos del cólera fueron grandes influencias porque el realismo mágico” impregna el barrio de Arnold o incluso su singular cuarto en el ático, donde las escaleras están en la pared y tiene un enorme tragaluz.
La película “Hey Arnold: The Jungle Movie” se estrenará el 24 de noviembre y promete resolver las dudas de varios fans sobre cuestiones sueltas a lo largo de su existencia.
Se dice que los productores de esta compañía buscaban a personas que tenían contacto con niños o adolescentes con problemas psicológicos, como traumas o cosas similares.
La escalofrinate historia “real” de la caricatura, que no conocías
El punto es que el origen de “Hey, Arnold”, según un integrante que participaba en la transcripción de los guiones de la animación, es que venía de una historia real ocurrida hace varios años en Moscú, Rusia.
Existía una niña de 14 años aproximadamente, al parecer estaba en un internado por tener malos comportamientos y sufría de trastorno bipolar (y su caso era extremadamente peligroso).
Ella (Helga) era la niña “rara” en la escuela y Arnold, un chico joven de su misma edad, que se acercaba a ella para ayudarla y hablarle. Pero un día Arnold se dio cuenta de que ella no andaba muy bien de la cabeza, y se alejó. Comenzó entonces el problema.
Helga entró en una depresión grave, con muchos intentos de suicidio. Su familia no la podía controlar, por eso decidió internarla, pero la niña no quería. Cuando estaba en su casa se escapaba todos los días para espiar a Arnold y seguirlo.
Testigos afirmaron que era su sombra
A Arnold y a su familia no les agradaba esto, y lo hicieron saber a la familia de Helga, la cual ya desesperada por encontrar una solución, encerraron a Helga en una institución de recuperación mental. Costó mucho, pero lo lograron.
Pasó una semana y Helga escapó, soñando con su amor imposible. A Arnold le daba miedo, por lo que hizo que la internasen en un psiquiátrico restringido para personas con problemas más graves.
Allí Helga sufrió una semana porque al séptimo día de internada, percatándose de que no podía huir, se cortó la mano para que la llevasen a un hospital; Lugar de donde huyó, pero no encontró a Arnold, desangrándose en el camino y cayendo muerta.
Cuando la policía la encontró, la condujeron a la morgue. Analizado su cuerpo, se encontraron unas letras marcadas en la piel (aparentemente eran cortaduras improvisadas) que formaban el nombre Arnold. La historia trágica y es posiblemente que algún psicólogo del último internado la vendió a un productor.
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